¿Cómo tener un dictador en casa?

 

Como pediatra siempre me encuentro con alguna familia que tiene un niño que pone a prueba los límites la autoridad y la paciencia de sus padres. Con pataletas, gritos, y a veces agresión, crean situaciones muy estresantes cuando quieren obtener algo que se le es negado, y muchas veces lo obtienen por cansancio de sus padres. Una vez establecido este mecanismo “de poder”, de obtener lo que quiere, ya no necesita hacer un berrinche o algo parecido, basta negarse a obedecer, reclamar o ponerse intransigente y listo, gana la batalla porque sus padres están cansados de luchar con él (ella). Así, nace el dictador de la casa.

Cuando veo estas situaciones no me molesta el niño sino la actitud permisiva de sus padres que han llegado al extremo de dejarse incluso pegar para no contrariarlo. Estas conductas son totalmente responsabilidad de los padres por no dejar bien en claro quién o quiénes son la autoridad y cuales las reglas que debe respetar. Y esto es indispensable para el óptimo desarrollo emocional y mental del niño.

En forma natural los niños, desde muy pequeños, al extender “su campo de acción” primero al gatear, luego al caminar y correr, desafían el derecho que tienen sus padres a ejercer autoridad sobre ellos. “Es normal que un niño intente influir en su entorno, así defiende sus espacios. Sólo que necesita reglas claras (y pocas), y debe saber cuáles son las consecuencias por no cumplirlas.

 

Dr. Aníbal Del Águila Escobedo
Médico Pediatra
CMP 22628 RNE 14218

¡Llegó el 2022, tú decides! pero antes, escucha lo que dice tu Pediatra los “controles de niño sano” son muy importantes

 

Los padres siempre queremos lo mejor de lo mejor para nuestros hijos. Porque nuestro amor es incondicional. Por ello les pido estén alertas también en tiempos de pandemia. Quizá más que nunca, debemos tener muy claro que la ciencia va avanzando de modo prodigioso y lo que ayer fue verdad indudable y lo más aconsejable para los cuidados del bebé hoy ha sido desautorizado. Ejemplos hay muchos pero daré algunos: hace 25 años era normal y hasta de rutina hacer la circuncisión a los varones recién nacidos, o que colocaran a las madres una inyección para “cortarles la leche materna” y que se usaran aceites y talcos para cambiar los pañales o dar jugos a los lactantes menores de 6 meses. Hoy todo eso ha quedado atrás.

Por ello es clave escoger un pediatra actualizado que acompañe a los padres resolviendo sus dudas y preguntas, orientándolos para la mejor nutrición y principios de crianza. No es sencillo tomar decisión sobre a quien elegir, pero si lo haces bien tendrás recomendaciones acertadas y sobre todo basadas en lo que dicen las investigaciones recientes.

El crecimiento tiene características muy especiales en la primera infancia, esto es en los primeros 5 años. Esto significa que los controles por el pediatra deben ser regulares, sea de manera presencial o por teleconsulta, para que tu niño sea evaluado y puedas estar segura que va bien en su crecimiento o detectar problemas ocultos que pueden causar daños irrecuperables, como la malnutrición (desnutrición o sobrepeso/ obesidad), la anemia algún tipo de retraso en su desarrollo que podrá recuperarse o al menos no empeorar con un tratamiento precoz.

Asegurar una buena producción de leche materna y dar lactancia materna exclusiva en los 6 primeros meses y continuada hasta los 2 años o más, conocer los detalles de una buena nutrición para la etapa de la alimentación complementaria, que tu hijo cumpla oportunamente con su esquema de vacunación, son algunos de los componentes clave del crecimiento y el desarrollo que es lo referido a la maduración de los diferentes órganos y sistemas en especial el desarrollo neurológico con hitos que se debieran ir cumpliendo de modo secuencial, mes a mes, para lo cual es ideal contar con un pediatra de tu confianza.

Y para su desarrollo socioafectivo, conocer la importancia y trascendencia de darle muestras de cariño así como los principios de crianza y disciplina positivas, un buen pediatra podrá asesorarte.
Respecto a las enfermedades, cada niño tiene respuestas propias y peculiares, que permiten en caso tenga un mismo pediatra que las vaya conociendo para poder optar por la mejor manera de responder a síntomas comunes y muy molestos en los niños: la fiebre y los vómitos por ejemplo.

He observado que por temor a la pandemia que es explicable muchos padres han abandonado la sana costumbre de llevar a sus hijos a los llamados controles de niño sano, por eso hoy les hago un llamado a que la retomen por el bien de la salud presente y futura de sus hijos.

Dra. Sarah María Vega Sánchez
Pediatra y Neonatóloga
CMP 09699 – RNE 4845

La diarrea por Rotavirus

 

En los meses de verano, la temperatura aumenta y comienzan a aparecer con más frecuencia los casos de enfermedad diarreica.

Vamos a recalcar ciertos conocimientos generales que nos ayuden a prevenirla y manejarla.

Los virus son la primera causa de diarrea y el virus que las causa con más frecuencia es el ROTAVIRUS. Este virus tiene una distribución mundial, afecta tanto a países desarrollados como a países pobres y a todas las clases sociales. Los más afectados son los lactantes entre los 6 meses y los 2 años. La lactancia materna protege a los recién nacidos. Se presentan más de 100 millones de casos anualmente en el mundo. Recién en 1973 la Dra. Bishop en Australia identificó al virus. Hay varias cepas de rotavirus y actualmente contamos con VACUNAS de 2 tipos en nuestro medio la monovalente ROTARIX y una polivalente la ROTATEQ.

Tanto la enfermedad como las vacunas dan una protección parcial o sea que la enfermedad puede repetir, pero la severidad es menor en estas recurrencias y tanto las hospitalizaciones como la mortalidad disminuyen.

Más del 90% de las diarreas son ocasionadas virus que no responden a tratamiento con antibióticos.

Los antibióticos no deben usarse en diarrea. Solo por indicación médica.

¿Cómo es el cuadro clínico?

Lo habitual es fiebre, vómitos y diarrea sin sangre y sin moco. A veces se puede acompañar de molestias respiratorias tipo resfrío.

El virus infecta a las células del intestino (enterocito) y las destruye disminuyendo la superficie de absorción del agua, electrolitos y nutrientes, además produce una toxina que impide la absorción de los disacáridos como la lactosa. Todo esto lleva a deshidratación e intolerancia a la leche de vaca en los lactantes.

¿Cómo adquirimos la diarrea?:

Al comer alimentos contaminados.

¿Cómo se contagia la diarrea?:

El enfermo de diarrea elimina en la deposición los gérmenes de diarrea. Los gérmenes no se ven y el alimento puede estar bien conservado pero contaminado si la persona que preparó la comida tiene diarrea y no se lavó bien las manos.

En el caso del rotavirus los virus se excretan desde 2 días antes de iniciarse la enfermedad y hasta 10 días después.

La contaminación es fecal-oral. Son las deposiciones las que contaminan.

Si un enfermo de diarrea no se lava bien las manos después de ir al baño puede dejar los gérmenes en el cubierto no bien lavado, al dar la mano etc. El virus permanece en las superficies por ejemplo de la tabla de picar donde ponemos verduras o frutas contaminadas; en la manizuela del microbús, si una persona con diarrea la cogió.

En los nidos son frecuentes los contagios si no se eliminan higiénicamente los pañales y el personal que atiende a los niños no se lava bien las manos después de atenderlos. Por eso el niño con diarrea no debe ir al nido hasta que esté sano.

Solo el ser humano enferma de rotavirus y no se dan contagios por los animales

¿Qué otras causas de diarreas hay?

Hay otros virus, bacterias y parásitos que pueden dar diarrea.

La cloración del agua, como hacemos con el agua de las piscinas o el agua potable que nos viene por las cañerías solo mata bacterias, pero no a los virus ni parásitos. Las aguas filtradas no son buenas para eliminar los parásitos a menos que se usen filtros especiales muy finos.

La única y mejor forma para evitar la diarrea es hervir el agua por 1 minuto.

  1. En el lactante lo más importante es dar lactancia materna exclusiva. La leche materna no trasmite diarrea, son las manos mal lavadas las que llevan la diarrea al niño
  2. El biberón debe hervirse cada vez que se da y máximo debe reutilizarse dentro de las 4 horas.Cuando hay diarrea en casa no debe usarse biberón.Actualmente se recomienda no usar biberón sino dar la leche en taza por cucharaditas
  3. El lavado de manos con agua y jabón es lo más efectivo, con jabones suaves (evitar los “anti -bacteriales” porque son fuertes y maltratan las manos).

Debemos lavarnos las manos antes de preparar y dar la comida.

Cuando llegamos de la calle.

En especial después de ir al baño.4. Eliminar los pañales higiénicamente si es posible ponerlos en bolsa plástica.

4. Evitar usar bacines: ir al inodoro, taparlo y correr el agua.

5. Hervir el agua

¿Qué vacunas son importantes para evitar las diarreas?
La vacuna para el sarampión ya hace varios años demostró ser eficaz para evitar las diarreas y disminuir la mortalidad por esta enfermedad.

Las vacunas para evitar el Rotavirus son muy efectivas. En el esquema de vacunación del MINSA ya se encuentra incluida la Rotarix. La vacuna se administra por vía oral a los 2 y 4 meses de edad. Después de los 6 meses ya no se administra porque los niños ya han estado expuestos y tienen protección de los casos más severos.

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Dra. Rosa Risco Denegri
CMP7612 – RNE   449

Impacto de la pandemia en el Trastorno de Espectro Autista (TEA)

 

Los niños con TEA son rutinarios, es decir, presentan estereotipias, de movimiento o de lenguaje (ecolalia), que son repeticiones sin un objetivo. Este hallazgo o característica puede llevarnos a pensar que un niño con TEA se adaptará a la pandemia, no es así.

Estos niños también son poco sociables, le dan más importancia a las cosas que a las personas, entonces la pandemia con el aislamiento obligatorio, sería favorable, tampoco es así.

Estos niños tienen hipersensibilidad en distinto grado, sea táctil, gustativa, auditiva, visual. En el caso de las dos últimas podríamos suponer que la pandemia fue favorable pues, por el aislamiento, ellos no estuvieron expuestos a contaminación auditiva ni visual, ¿acaso no se poblaron las playas con aves, pues éstas sintieron estar en su ambiente natural, sin humanos?. Fue una situación temporal y sobre todo ficticia, como cuando, para una escena fílmica se presenta, en el día una vía sin tránsito vehicular o peatonal. No es la realidad. Cuánto de la realidad estamos afrontando, identificando o aplicando Pienso que la pandemia nos ha dado lecciones sobre estos niños en especial y sobre otros temas en general, los que exceden al propósito de este artículo.

El TEA es un trastorno que ocurre en una persona y la manifestación varía según la característica de esa persona y de la “carga” o “penetración” (concepto genético) del mismo TEA. El resultado de las terapias dependerá de estos factores pero también de la estructura familiar.

Lo cierto es que la pandemia nos ha arruinado la vida y ha hecho de estos años “los años perdidos”. Nos ha obligado a vivir irrealmente, lo peor es que lo aceptamos. Hemos dado luz verde a lo irreal, dejando de lado lo real. Lo entenderá en el siguiente análisis.

 

Fuente: https://gestarsalud.com/2020/04/03/ Foto: sumedico.lasillarota.com

 

Antes de la pandemia entre 30 y 40% de los pacientes que acuden a consultorio de Neuropediatría eran TEA, indudablemente alto. Durante la pandemia son entre 60 y 70%.

Hace 2 semanas, durante una campaña de mi especialidad, una psicóloga a quien remito pacientes me preguntó: “¿No ha observado un incremento de casos de TEA?”. Ella lo asociaba con una característica de la ciudad en la cual trabaja. Es cierto, es un incremento significativo. Trataré de dar una explicación.

¿Qué podemos esperar sin terapias presenciales? Que empeoren

¿Qué podemos esperar con terapias virtuales? Que empeoren, pues los niños las ignoran o no tienen motivación para atenderlas.

Un momento, no es que estos niños prefieren jugar solos. Olvidamos que al ser “personas en desarrollo” también tiene MADURACIÓN NEUROLÓGICA lo que se va a manifestar con mayor número de interneuronas que enriquecen su desempeño, por eso estos niños mejoran. ¿Es que dejarán de ser TEA? No, pero su grado será menor, “no hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista” (refrán popular). Hemos observado a niños a quienes se planteó el diagnóstico temprano, es decir antes de los 3 años, y han mejorado tanto con terapias sostenidas, regulares, no pandémicas por cierto, que quien lo evalúa después dice: “¿Quién le ha dicho que su niño tiene TEA?”

Lo real es que durante la pandemia y, especialmente durante el aislamiento obligatorio, habían MÁS PERSONAS EN EL HOGAR durante MÁS TIEMPO, lo que reduce el espacio. Un momento! ese hecho es favorable pues los niños tienen más tiempo con sus padres. Falacia!! Estarán más tiempo en el hogar, pero no necesariamente tienen más tiempo para los niños. Cada progenitor en su labor remota, “requerido” por su empleador sin respeto de su horario, trabajan más para la empresa, aunque están más tiempo en el hogar, los niños no cuentan con sus padres, quienes los “distraen” con equipos electrónicos. Esa conducta no favorece la socialización ni el lenguaje, que son los criterios diagnósticos del TEA.

Los padres más tiempo en el hogar, cierto, pero menos tiempo para los niños. Eso me recuerda las “misas de cuerpo presente”

Lo que es un mito en general, y en TEA en particular, es que SOLO las terapias tienen efecto real y efectivo, pero no son mágicas. Eso es verdad cuando:

  • son sostenidas (2 o 3 veces por semana, no más de 40 minutos por sesión), no interrumpidas,
  • son presenciales, no virtuales,
  • participa un progenitor durante la misma, para reproducir en el hogar las técnicas aprendidas (quien practica más aprende más),
  • hay empatía entre terapeuta y niño. No siempre “el/la mejor” terapeuta logrará un buen resultado en un niño determinado
  • no son excesivas que “asfixien” al niño

Lo que se debe entender es que LA VIDA MISMA ES UNA FORMA DE TERAPIA por eso la pandemia ha hecho TANTO DAÑO, nos ha quitado la vida normal.

“La mayoría de los niños con TEA tuvo un impacto negativo en el manejo de las emociones. Los cuidadores puntuaron niveles de ansiedad más altos en ellos mismos que en sus hijos con TEA, por tanto, los niños con TEA y sus padres tenían niveles más altos de ansiedad. Los factores estresantes durante la cuarentena son: la duración de la misma, el miedo a la infección, la frustración y el aburrimiento, la información inadecuada, las finanzas y el estigma. Sus rutinas cambiaron por completo y tuvieron que respetar reglas no siempre comprensibles para ellos: desinfectarse las manos, no tocarse los ojos ni la nariz y cubrirse la boca” (Rev Neurol 2020;71:285-291)

En esa MADURACIÓN NEUROLÓGICA lo niños con TEA necesitan contacto con niños normales para aprender conductas y lenguaje NORMAL.

Olvidamos que estos niños, al ser personas y , como humanos, son seres SOCIALES, aunque rechacen el contacto, lo REQUIEREN pues esencial para los humanos.

No desalentarse, la solución está en sus manos. A recuperar estos “años ´perdidos” con CALIDAD!! Recuerda TU NIÑO NECESITA DE TI!!

 

José Marcos Moisés Moreno Calixto
Neurólogo Pediatra

 

Foto principal: “La dificultad de llevar mascarilla” Fuente: https://unsplash.com/photos/RzbUUaP2JXY