Mi niño tiene diarrea ¿Qué debo hacer?

 

Los padres estaban felices porque al fin después de larga espera había nacido él bebe. Pero en cuanto hizo su primera deposición se sorprendieron al ver que era una sustancia verde, pegajosa. Esa deposición se llama meconio y trae restos de todo lo ingerido por el feto durante la gestación: pelos, células descamadas y dura como 3 días.

Luego vinieron unas deposiciones suaves, amarillas doradas. A veces hacía después de cada mamada, otras veces 1 vez al día, otras cada 2 días, a veces no hizo por 1 semana, pero él bebe estaba feliz y cuando por fin vino la deposición fue grande explosivo con abundante espuma y moco.

Todo esto es normal. Cuando hace después de cada mamada puede hacer más de 8 deposiciones al día no es diarrea. Si hace 1 vez por semana no quiere decir que es estreñido.

 ¿Qué son las deposiciones?

Las deposiciones son restos del alimento, células descamadas, bacterias y moco.

Cuando el niño toma solo leche las deposiciones son grumosas (como leche cortada) o pastosas. Su color lo da la bilis: es amarilla o dorada si solo toma leche materna hasta que el intestino se coloniza con más bacterias. Las bacterias metabolizan la bilis a biliverdina (color verdoso) y cuando ya permanecen más tiempo pasan a ser marrones.

Cuando toma otras leches además de la materna se vuelven verdosas porque hay más bacterias que metabolizan la bilis.

Gráficamente podríamos decir que las deposiciones del lactante son “como salsa de papa a la huancaína” o “como ocopa”, a veces como “huevo cortado”.

Los ruidos hidroaéreos y los gases.

Para que los alimentos se digieran deben circular por los varios metros de intestino y al hacerlo se oyen ruidos. La madre carga al bebe y tiene su oreja a la altura del vientre y oye los ruidos y se alarma porque cree que esta con gases, pero son ruidos normales. Es normal que el niño elimine gases por la boca, como que regresa la leche, a esto le llaman botar el “chanchito” o que elimine flatos. Si eliminó flatos no necesariamente tiene que botar el “chanchito” y no es necesario que nos pasemos la noche tratando de que regurgite.

El olor cuando elimina estos gases puede ser muy fuerte.

Cuando el niño recibe otros alimentos además de la leche, estos van a dar restos. Los alimentos de origen vegetal son los que dan restos porque no podemos digerirlos: las cáscaras, las verduras, las frutas, las pepas, la fibra. (el ser humano no es herbívoro).

Las proteínas (huevo, carne, pollo, pescado) y los hidratos de carbono (glucosa, fructuosa etc.) se absorben muy bien y no dan restos

¿Cuándo decimos entonces que el niño tiene diarrea?

Cuando hace deposiciones más sueltas de lo habitual y son más frecuentes.

El problema es que pierde exceso de líquidos y el mayor temor es que se deshidrate.

Debemos cuidar que no se quede con sed ni con hambre.

Hablamos de diarrea aguda si dura hasta 2 semanas. Diarrea crónica o prolongada si dura más de 14 días.

¿Cuál es el origen de la diarrea?

En un 95% de los casos es una infección viral. Las diarreas bacterianas han disminuido mucho con la cloración del agua y con el uso de antibióticos. Hay diarreas por parásitos (la más importante las giardiasis). No se debe desesperar por dar antibióticos.

Hay otras diarreas debidas a ciertas reacciones a alimentos como excesos de verduras o frutas, intolerancia al gluten, efecto de medicamentos y muchas otras más.

El cuadro completo más frecuente es la gastroenterocolitis: Fiebre, Vómitos y Diarrea.

¿Cómo se trata la diarrea?

1) Lo primero y más importante es MANTENER LA HIDRATACIÓN: El ideal es que siempre un pediatra dirija el manejo de la diarrea.

a) Evaluemos el grado de deshidratación

El niño puede tener diarrea y no estar deshidratado: Luce bien, lacta bien y así compensa las pérdidas de líquidos y electrolitos. En este caso debemos mantener la lactancia y si tiene más de 6 meses seguir su dieta habitual si la tolera, evitando verduras o frutas.

Solo pecho puede ser suficiente como alimentación. No forzarle alimentos si los rechaza. El pecho es suficiente porque le da líquidos y nutrientes.

El tratamiento de una diarrea leve puede ser solo: Pecho a pedido.

¿Cuáles son los signos de deshidratación?

Irritabilidad, llorón, con mucha sed, con las mucosas secas (los ojos secos y llanto sin lágrimas), la boca seca,  orina poco, la piel que se arruga.

Si tiene 2 o más signos de deshidratación es importante ofrecerle sales de rehidratación oral de 2 a 4 onzas por deposición hasta los 6 meses y de 4 a 8 onzas si tiene más de 6 meses. Si pide más darle.

Las sales de rehidratación oral siempre deben darse frías, sin agregar otros líquidos (No gaseosas u otros líquidos azucarados).

Siempre a poquitos: por cucharaditas o a sorbitos.

Démosle de beber, que no se quede con sed, reemplacemos las pérdidas para que no se deshidrate.

Si el niño no tolera los alimentos y luce deshidratado debe recibir hidratación endovenosa por unas horas hasta que tolere la vía oral y luego reiniciar la rehidratación oral.

¿Qué hacer si presenta vómitos?

Vómito es la expulsión forzada del contenido del estómago habitualmente con arcadas. Se asocia a cefalea intensa que disminuye al eliminar el contenido del estómago, palidez y el paciente luce demacrado. Estas molestias mejoran al vomitar. Duran de 1 a 3 días.

Si el paciente está vomitando no debe insistirse en darle alimentos que lo único que van a lograr es que vomite más. Chupar un adoquín o helado de agua refresca, calma la náusea.

Cualquier alimento tendría que ser líquido o licuado, fresco y a poquitos. Si le llenamos el estómago, aunque sea con 1 vaso de agua lo más probable es que lo devuelva.

Los medicamentos para el vómito no han demostrado eficacia

2) El segundo objetivo es MANTENER LA NUTRICIÓN:

El epitelio intestinal se renueva normalmente cada 3 días. Como hemos dicho anteriormente el virus (en especial el rotavirus) destruye los enterocitos y para que el intestino se recupere es necesario que el niño se mantenga nutrido.

Si el niño no come y se le dan antibióticos la deposición no va a tener restos y pocas bacterias y  será líquida y con moco (diarrea de hambre)

¿Qué alimentos le podemos ofrecer al niño con diarrea?

Mantener la LACTANCIA MATERNA o la lactancia. Únicamente en caso de que la leche provoque diarrea deberá retirarse y dar una leche sin lactosa.

Puede darle: pollo, carne, pescado, huevo, arroz, fideos

papas, pan, tostadas, galletas, sopas, mazamorras. La dieta debe ser agradable para el niño. Debe mantenerse su dieta habitual. Evitar exceso de verduras y frutas.

Es importante bajar la temperatura si tiene fiebre.

Mantener la higiene: Lavado de manos y eliminar los pañales higiénicamente

La deposición del lactante con diarrea contamina y puede contagiar diarrea

 

Dra. Rosa Risco Denegri
CMP7612 – RNE   449

¡Protege a tu hijo y vacúnalo contra la COVID!

 

Si todavía no lo has hecho y tu hijo está entre los 5 y 11 años, no pierdas tiempo y llévalo a vacunar.

Es nuestra mejor recomendación, porque el Coronavirus SARS-COV2 es impredecible. Según estudios de la FDA (Food and Drug Administration) de los Estados Unidos, la vacuna tiene efectividad del 90.7% por ciento y puede aplicarse de manera segura.

El temible virus SARS-COV2,  no ha desaparecido ni del Perú, ni del mundo. Es muy importante que tu niño vaya a clases presenciales y cuente con sus vacunas completas. Esta es una medida reconocida de protección adicional a la higiene de manos y al uso de mascarillas. No te confíes porque la tercera ola está de bajada en el Perú, en otros países ya han llegado nuevas olas y es una maravilla que en nuestro país,  ya esté autorizada y disponible  la vacunación para niños entre 5 y 11 años.

La vacuna existente del laboratorio Pfizer viene en la dosis apropiada y tiene los mismos ingredientes activos que la vacuna de adultos, pero está especialmente adecuada para los niños en este rango de edad. Para que surta el efecto protector deseado es muy importante que después de 3 semanas complete la vacunación con una segunda dosis.

No te dejes llevar por consejos de personas interesadas en difundir noticias que no están respaldadas por la investigación seria. Recuerda que el mismo día en que tu niño sea vacunado contra la COVID puedes también aprovechar para que  reciba la vacuna contra influenza que le protegerá todo un año.

Aunque la COVID 19 suele ser una enfermedad asintomática  en los niños, puede ocasionar en algunos,  fiebre elevada y malestar general u otros síntomas como rinorrea abundante y molestosa tos.  Sin embargo existe un pequeño porcentaje que puede sufrir enfermedad severa, pulmonar (sobre todo con la variante delta) que requiera hospitalizarlo. Y me dirás ¿Por qué si a unos pocos les da enfermedad severa  que requiera entrar a una unidad de cuidados intensivos e incluso la muerte, tendría que vacunarlo? Pues la respuesta es sencilla cuando nos referimos a esta realidad estamos hablando de estadísticas en grandes poblaciones de niños. Y la estadística es eso, estadística. ¿qué tal si justo a tu hijo le toca estar entre esos poquísimos niños que se complican y el virus se comporta más agresivo  con él? Esa es la razón por la cual lo mejor es vacunarlo lo más pronto posible y darle un arma más para protegerse de una enfermedad en la cual es posible se puede prevenir los casos graves gracias a la  vacunación.

Como con toda vacuna puede haber efectos colaterales como  dolor, enrojecimiento o hinchazón en el sitio de la inyección, fiebre o cansancio; pero todos ellos son temporales y generalmente desaparecen dentro de las 48 horas de la aplicación de la vacuna.

Recuerda:

  • La vacuna previene o reduce la diseminación de la COVID-19
  • Vacunar a tu hijo ayuda a que no surjan otras variantes que pueden resultar más peligrosas
  • Tener a tu hijo con su vacunación completa (2 dosis) le ayuda a que vuelva a su vida normal, a regresar a las clases presenciales y a realizar otras actividades que lo harán disfrutar su vida.

Prepara a tu niño para la vacunación:

  • Dile que lo llevarás a vacunar y las ventajas que tendrá por hacerlo.
  • No se recomienda dar medicinas para el dolor o la fiebre antes de la vacunación, si lo necesita después, lo podrás hacer.
  • Cumple con mantenerlo sentado o acostado al menos 15 minutos después de vacunarlo, para que sea observado en el centro de vacunación

Los lineamientos para la vacunación del Ministerio de Salud son:

  • Sólo podrán vacunarse los menores que en las últimas 2 semanas, no hayan presentado síntomas compatibles con COVID-19 y no hayan tenido contacto con alguien que dio positivo al virus en las últimas 2 semanas.
  • Los niños que tuvieron COVID- 19 leve, que no necesitaron oxígeno u hospitalización se pueden vacunar 14 días después de que terminó su período de aislamiento.
  • Los casos severos con necesidad de hospitalización u oxígeno, se pueden vacunar 90 días después del alta.

SI TODAVÍA NO LO HAS HECHO, ¡PROTEGE A TU HIJO Y VACÚNALO YA!

 

Dra. Sarah María Vega Sánchez
Pediatra y Neonatóloga
CMP 09699 – RNE 4845

¿Cómo tener un dictador en casa?

 

Como pediatra siempre me encuentro con alguna familia que tiene un niño que pone a prueba los límites la autoridad y la paciencia de sus padres. Con pataletas, gritos, y a veces agresión, crean situaciones muy estresantes cuando quieren obtener algo que se le es negado, y muchas veces lo obtienen por cansancio de sus padres. Una vez establecido este mecanismo “de poder”, de obtener lo que quiere, ya no necesita hacer un berrinche o algo parecido, basta negarse a obedecer, reclamar o ponerse intransigente y listo, gana la batalla porque sus padres están cansados de luchar con él (ella). Así, nace el dictador de la casa.

Cuando veo estas situaciones no me molesta el niño sino la actitud permisiva de sus padres que han llegado al extremo de dejarse incluso pegar para no contrariarlo. Estas conductas son totalmente responsabilidad de los padres por no dejar bien en claro quién o quiénes son la autoridad y cuales las reglas que debe respetar. Y esto es indispensable para el óptimo desarrollo emocional y mental del niño.

En forma natural los niños, desde muy pequeños, al extender “su campo de acción” primero al gatear, luego al caminar y correr, desafían el derecho que tienen sus padres a ejercer autoridad sobre ellos. “Es normal que un niño intente influir en su entorno, así defiende sus espacios. Sólo que necesita reglas claras (y pocas), y debe saber cuáles son las consecuencias por no cumplirlas.

 

Dr. Aníbal Del Águila Escobedo
Médico Pediatra
CMP 22628 RNE 14218