Un mundo para Pepe

 

Me llaman PEPE y les contaré esta historia.

En el pasado si nos preguntaban por los sentidos, nuestra respuesta era automática: visión, olfación, audición, gusto y tacto, cinco, de allí que quienes tenían una percepción que escapara a estas cinco, se le atribuía tener un sexto sentido. Somos seres neurosensoriales y lo hemos ido reconociendo de a pocos. Algunos trastornos nos han llevado a reconocer y aceptar que nuestros sentidos, no son cinco, sino ocho. A los cinco mencionados agregamos: propiocepción, vestibular e interocepción. ¿Qué rayos es esto?

Fuente: httpspsicopedagogia.saludyeducacionintegral.comtrastorno-de-procesamiento-sensorial
Fuente: https://rinconpsicologia.com/los-trastornos-sensoriales-una-breve/

La propiocepción es el reconocimiento que nuestro sistema nervioso hace de la posición espacial de nuestro cuerpo, de cada parte del mismo, y lo hace por la información que recibe de receptores en los músculos y articulaciones.

El sentido vestibular o del equilibrio se relaciona con el movimiento.

La interocepción es el reconocimiento de lo que ocurre en nuestras vísceras o entrañas, saber que se tiene hambre, que se está saciado, que se tiene sed, calor o frío.

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Esta multiplicidad de sensaciones neurosensoriales nos hace diferentes, por cierto más diferentes de lo que nos imaginábamos y por tanto más complejos, de modo que lo que captaba la atención de un grupo, es muy posible, que ahora ese grupo cautivo sea menor en base a la neurosensorialidad diferente.

¿A qué me refiero con trastornos que han llevado a reconocer esta amplia neurosensorialidad? Los conocemos como Trastorno de Espectro Autista (TEA), autismo infantil o síndrome de Asperger. Aunque en ellos observamos estos trastornos con mayor frecuencia, no son exclusivos de ellos.

Resulta que estos niños tienen hipersensibilidad neurosensorial, obviamente no de todos los sentidos, pero si múltiple, dos o más sentidos. En ellos se describe la hipersensibilidad auditiva, no toleran el ruido, se tapan los oídos o se irritan con el mismo, pero ellos también tienen hipoacusia selectiva, es decir, oyen lo que les interesa. Ojalá muchos fuéramos así, es fantástico!

También describen hipersensibilidad táctil por lo cual estos niños se quitan la ropa, el calzado, no toleran algunas texturas, otras sí.

Otra observación en estos niños es la hipersensibilidad gustativa, rechazan algunas texturas de alimentos, y aceptan otras; pueden rechazar el arroz y aceptar puré por ejemplo.

La hipersensibilidad olfatoria por la cual estos niños huelen antes de acercarse a alguien. Lo opuesto puede ocurrir, es decir, no perciben el olor de su orina o heces, son otros quienes lo descubren y actúan. Este hecho puede acompañarse de hiposensibilidad táctil, el niño no percibe el contacto húmedo de la orina, ni la de las heces, en su ropa interior

En relación al dolor pueden ser muy sensibles o tolerantes al dolor, lo cual puede ser peligroso, pues no identifican una situación de riesgo o son toscos al expresarse, por ejemplo, dan un abrazo tan efusivo que quien lo recibe, otro niño, lo interpreta como agresión. Esta “indolorabilidad” o tolerancia al dolor se observa más en el trastorno de déficit atención e hiperactividad.

La hipersensibilidad visual es muy frecuente en nuestro tiempo, pues bajo el erróneo criterio, más comercial que científico, de que TODO ingresa por los ojos, se genera una contaminación visual con propósito de captar clientes, aturdiéndolos si el anuncio es luminoso. Si bien puede ocurrir en quienes tienen TEA, se observa en quienes tienen migraña. En ellos la hipersensibilidad visual se manifiesta orgánicamente, con síntomas limitantes.

Ante tanta diversidad de trastornos neurosensoriales me pregunto si es posible vivir en un mundo como el que tenemos.

Lo que ocurre es que no hay límite entre nuestro derecho a generar un estímulo contaminante, como parte de la vida diaria, y el derecho del otro a no exponerse a ese estímulo. Al final, lamentablemente, prima el derecho CONTAMINANTE al NO CONTAMINANTE. Vivimos tan juntos o lo que hacemos es tan CONTAMINANTE que lo hacemos sin límite y, agrego, SIN RESPETO por los demás.

Antes nos refugiábamos en nuestro hogar si controlábamos esa contaminación sensorial, ahora ésta, llega a nuestros hogares, cual delivery, no la pedimos, PERO el vecino deja a su mascota encerrada y ésta aulla interminablemente su soledad, lo debes soportar, es acaso el derecho del vecino ¿maltratar a su mascota?, o cuando decide podar el césped, antes el jardinero usaba tijeras o una podadora mecánica de cuchilla, se pasó a usar una de motor y ahora, el insoportable instrumento que gira unos filamentos a velocidad…debes aguantar hasta que termine, PERO, el fulano lo hace con más de un vecino, si no lo hace en tu domicilio, también lo debes soportar. Cuando no es la mascota encerrada o el jardinero, llegan los vendedores con megáfono que anuncian su producto o quienes compran cosas usadas. Me pregunto, ¿hacen casting con esas personas para tener la voz, sino aguardientosa, por lo menos tosca, que difícilmente entiendes, pero que se repite incansablemente aunque no salga ningún cliente? No hay límite, ni para anunciarse solo una vez por cuadra, ni de los decibeles que deben respetar en zona residencial. A estos sujetos los asiste el derecho a trabajar, y ¿el derecho a descansar en menos importante?. Si ya pensaste en librarte de todo esto, aparecen los desempleados por la pandemia quienes, bajo el argumento de “reinventarse”, interpretan su música a viva voz. También su derecho a trabajar. Como no citar al “club de la construcción”, los que han generado el “boom de la construcción”, lo cual es literal. Las herramientas que usan para pulir la laja, el piso, cortar el fierro o taladrar, tiene más decibeles que cualquier sonido habitual. Los debes soportar cada día hasta…que terminen de construir.

Estás en tu hogar, imaginemos que no hay ruidos externos, ves TV, ya no solo en la señal abierta, sino ahora en cable, tanda comercial…CONTAMINANTE, ¿como? Has notado que el volumen es mayor, el cambio de imágenes con  gran luminosidad es brutal y finalmente, el tiempo de la tanda, se ha triplicado? Nuevamente quienes lo hacen ejercen su derecho a venta, se meten a tu hogar, se meten a tu mente.

Si en este recorrido llegaste a la conclusión que este mundo es INSOPORTABLE, imagínate lo que significa para quienes tienen hipersensibilidad sensorial!!

En un sentido quisiera ser indiferente para algunos estímulos como ellos, no puedo serlo, la CONTAMINACIÓN SENSORIAL nos acosa.

Como progenitores de niños con estos trastornos seguro te esfuerzas en brindarles un ambiente mejor, más tranquilo. Pedir un ambiente sin contaminación sensorial es utópico. Solo queda adaptanos, enseñar a estos niños a entender este mundo hostil en el que deben vivir. De estos niños se escucha a los padres decir: ”vive en su mundo”!

Me pregunto: “¿es posible crear un mundo para sí mismo?” De alguna forma estos niños lo consiguen. Lo ilógico es que nos esmeramos en que no vivan “en su propio mundo”, a eso se orientan las terapias.

Un sujeto con síndrome de Asperger, ya de adulto, le dijo al neuropediatra: “Doctor, mis padres, mi familia y mis maestros se esforzaban para que yo socialice, PERO yo soy feliz no socializando”. ¡Sabia reflexión!.

Qué buscamos? Ser nosotros felices o que el niño sea feliz? Buscamos forzarlos a llegar a una “normalidad”? El concepto de normalidad no es ya como blanco o negro, la mayoría o minoría. Hay situaciones intermedias e individuales para cada caso, eso nos hace seres únicos, y nuestra inteligencia debe orientarse a lograrlo.

Admiro a esos niños, creo que es espectacular vivir en “su mundo”, pienso que es la forma como se protegen de TODO lo descrito. La tarea es lograr que sean FUNCIONALES para sí mismos.

¡Ojalá pudiéramos encontrar “nuestro mundo”!.

Por lo expuesto, estoy convencido que NO EXISTE UN MUNDO IDEAL PARA PEPE, pero con esfuerzo, DEBE BUSCARLO Y CONSTRUIRLO!! Ayúdalo!!

Fuente: https://www.psicoactiva.com/blog/autismo-infantil-y-neuronas-espejo/

 

José Marcos Moisés Moreno Calixto
Neurólogo Pediatra

El virus COXSACKIE: Una infección frecuente en nuestros niños

Enfermedad “Boca- Manos- Pies”

Si tu niño es menor de 5 años y presenta de pronto síntomas de resfrío con fiebre, y ampollitas en la lengua, manos o pies posiblemente puede estar infectado por el Virus Coxsackie.

El Virus Coxsackie es un virus intestinal (enterovirus) llamado así por la ciudad donde se aisló por primera vez. Es un virus muy contagioso y se encuentra en las superficies no bien aseadas (con restos de heces) que se introducen al cuerpo del niño al comer con las manos contaminadas por no lavarse bien, y por las gotitas que salen de la nariz y boca al momento de hablar con otros amigos o familiares infectados.

Es llamada la enfermedad boca- manos-pies, porque aparecen ampollas rojas y dolorosas en la lengua y carrillos de la boca, palma de las manos y plantas de los pies. De igual manera se puede presentar con fiebre alta, dolores musculares, dolor de garganta, molestias estomacales o naúseas. En un porcentaje de niños solo pueden presentar fiebre y ningún otro síntoma más. En cualquiera de las formas de presentación la fiebre dura 3 días y desaparece.

Como toda enfermedad viral no se requiere usar antibióticos en su tratamiento, se utiliza gotas, jarabes o pastillas para el dolor y la fiebre y líquidos abundantes, la infección se autolimita y debe observarse la mejoría antes de cumplir la semana de inicio de los síntomas.

El niño debe ser evaluado por el pediatra porque existe un pequeño porcentaje que puede presentar complicaciones como meningitis (inflamación de las meninges), encefalitis (inflamación en el cerebro) o miocarditis (inflamación del musculo cardiaco), estos niños son tratados en los hospitales.

No existen vacunas para el Virus Coxsackie por lo que la principal forma de prevención es el adecuado LAVADO DE MANOS, no solo del niño sino también de los familiares que habitan en el hogar, hay que hacerlo después del cambio de pañales, antes de comer y al momento de preparar los alimentos.

Habiéndose iniciado las clases presenciales y abierto las guarderías, es necesario que los responsables del cuidado de los niños tengan presente esta infección para su prevención incentivando el aseo de los niños y manteniendo limpios los juegos y juguetes que van a compartir los niños en estos ambientes.

Dr. Carlos Velásquez
RNE No. 18186 – Médico Pediatra

Mi niño tiene diarrea ¿Qué debo hacer?

 

Los padres estaban felices porque al fin después de larga espera había nacido él bebe. Pero en cuanto hizo su primera deposición se sorprendieron al ver que era una sustancia verde, pegajosa. Esa deposición se llama meconio y trae restos de todo lo ingerido por el feto durante la gestación: pelos, células descamadas y dura como 3 días.

Luego vinieron unas deposiciones suaves, amarillas doradas. A veces hacía después de cada mamada, otras veces 1 vez al día, otras cada 2 días, a veces no hizo por 1 semana, pero él bebe estaba feliz y cuando por fin vino la deposición fue grande explosivo con abundante espuma y moco.

Todo esto es normal. Cuando hace después de cada mamada puede hacer más de 8 deposiciones al día no es diarrea. Si hace 1 vez por semana no quiere decir que es estreñido.

 ¿Qué son las deposiciones?

Las deposiciones son restos del alimento, células descamadas, bacterias y moco.

Cuando el niño toma solo leche las deposiciones son grumosas (como leche cortada) o pastosas. Su color lo da la bilis: es amarilla o dorada si solo toma leche materna hasta que el intestino se coloniza con más bacterias. Las bacterias metabolizan la bilis a biliverdina (color verdoso) y cuando ya permanecen más tiempo pasan a ser marrones.

Cuando toma otras leches además de la materna se vuelven verdosas porque hay más bacterias que metabolizan la bilis.

Gráficamente podríamos decir que las deposiciones del lactante son “como salsa de papa a la huancaína” o “como ocopa”, a veces como “huevo cortado”.

Los ruidos hidroaéreos y los gases.

Para que los alimentos se digieran deben circular por los varios metros de intestino y al hacerlo se oyen ruidos. La madre carga al bebe y tiene su oreja a la altura del vientre y oye los ruidos y se alarma porque cree que esta con gases, pero son ruidos normales. Es normal que el niño elimine gases por la boca, como que regresa la leche, a esto le llaman botar el “chanchito” o que elimine flatos. Si eliminó flatos no necesariamente tiene que botar el “chanchito” y no es necesario que nos pasemos la noche tratando de que regurgite.

El olor cuando elimina estos gases puede ser muy fuerte.

Cuando el niño recibe otros alimentos además de la leche, estos van a dar restos. Los alimentos de origen vegetal son los que dan restos porque no podemos digerirlos: las cáscaras, las verduras, las frutas, las pepas, la fibra. (el ser humano no es herbívoro).

Las proteínas (huevo, carne, pollo, pescado) y los hidratos de carbono (glucosa, fructuosa etc.) se absorben muy bien y no dan restos

¿Cuándo decimos entonces que el niño tiene diarrea?

Cuando hace deposiciones más sueltas de lo habitual y son más frecuentes.

El problema es que pierde exceso de líquidos y el mayor temor es que se deshidrate.

Debemos cuidar que no se quede con sed ni con hambre.

Hablamos de diarrea aguda si dura hasta 2 semanas. Diarrea crónica o prolongada si dura más de 14 días.

¿Cuál es el origen de la diarrea?

En un 95% de los casos es una infección viral. Las diarreas bacterianas han disminuido mucho con la cloración del agua y con el uso de antibióticos. Hay diarreas por parásitos (la más importante las giardiasis). No se debe desesperar por dar antibióticos.

Hay otras diarreas debidas a ciertas reacciones a alimentos como excesos de verduras o frutas, intolerancia al gluten, efecto de medicamentos y muchas otras más.

El cuadro completo más frecuente es la gastroenterocolitis: Fiebre, Vómitos y Diarrea.

¿Cómo se trata la diarrea?

1) Lo primero y más importante es MANTENER LA HIDRATACIÓN: El ideal es que siempre un pediatra dirija el manejo de la diarrea.

a) Evaluemos el grado de deshidratación

El niño puede tener diarrea y no estar deshidratado: Luce bien, lacta bien y así compensa las pérdidas de líquidos y electrolitos. En este caso debemos mantener la lactancia y si tiene más de 6 meses seguir su dieta habitual si la tolera, evitando verduras o frutas.

Solo pecho puede ser suficiente como alimentación. No forzarle alimentos si los rechaza. El pecho es suficiente porque le da líquidos y nutrientes.

El tratamiento de una diarrea leve puede ser solo: Pecho a pedido.

¿Cuáles son los signos de deshidratación?

Irritabilidad, llorón, con mucha sed, con las mucosas secas (los ojos secos y llanto sin lágrimas), la boca seca,  orina poco, la piel que se arruga.

Si tiene 2 o más signos de deshidratación es importante ofrecerle sales de rehidratación oral de 2 a 4 onzas por deposición hasta los 6 meses y de 4 a 8 onzas si tiene más de 6 meses. Si pide más darle.

Las sales de rehidratación oral siempre deben darse frías, sin agregar otros líquidos (No gaseosas u otros líquidos azucarados).

Siempre a poquitos: por cucharaditas o a sorbitos.

Démosle de beber, que no se quede con sed, reemplacemos las pérdidas para que no se deshidrate.

Si el niño no tolera los alimentos y luce deshidratado debe recibir hidratación endovenosa por unas horas hasta que tolere la vía oral y luego reiniciar la rehidratación oral.

¿Qué hacer si presenta vómitos?

Vómito es la expulsión forzada del contenido del estómago habitualmente con arcadas. Se asocia a cefalea intensa que disminuye al eliminar el contenido del estómago, palidez y el paciente luce demacrado. Estas molestias mejoran al vomitar. Duran de 1 a 3 días.

Si el paciente está vomitando no debe insistirse en darle alimentos que lo único que van a lograr es que vomite más. Chupar un adoquín o helado de agua refresca, calma la náusea.

Cualquier alimento tendría que ser líquido o licuado, fresco y a poquitos. Si le llenamos el estómago, aunque sea con 1 vaso de agua lo más probable es que lo devuelva.

Los medicamentos para el vómito no han demostrado eficacia

2) El segundo objetivo es MANTENER LA NUTRICIÓN:

El epitelio intestinal se renueva normalmente cada 3 días. Como hemos dicho anteriormente el virus (en especial el rotavirus) destruye los enterocitos y para que el intestino se recupere es necesario que el niño se mantenga nutrido.

Si el niño no come y se le dan antibióticos la deposición no va a tener restos y pocas bacterias y  será líquida y con moco (diarrea de hambre)

¿Qué alimentos le podemos ofrecer al niño con diarrea?

Mantener la LACTANCIA MATERNA o la lactancia. Únicamente en caso de que la leche provoque diarrea deberá retirarse y dar una leche sin lactosa.

Puede darle: pollo, carne, pescado, huevo, arroz, fideos

papas, pan, tostadas, galletas, sopas, mazamorras. La dieta debe ser agradable para el niño. Debe mantenerse su dieta habitual. Evitar exceso de verduras y frutas.

Es importante bajar la temperatura si tiene fiebre.

Mantener la higiene: Lavado de manos y eliminar los pañales higiénicamente

La deposición del lactante con diarrea contamina y puede contagiar diarrea

 

Dra. Rosa Risco Denegri
CMP7612 – RNE   449

¡Protege a tu hijo y vacúnalo contra la COVID!

 

Si todavía no lo has hecho y tu hijo está entre los 5 y 11 años, no pierdas tiempo y llévalo a vacunar.

Es nuestra mejor recomendación, porque el Coronavirus SARS-COV2 es impredecible. Según estudios de la FDA (Food and Drug Administration) de los Estados Unidos, la vacuna tiene efectividad del 90.7% por ciento y puede aplicarse de manera segura.

El temible virus SARS-COV2,  no ha desaparecido ni del Perú, ni del mundo. Es muy importante que tu niño vaya a clases presenciales y cuente con sus vacunas completas. Esta es una medida reconocida de protección adicional a la higiene de manos y al uso de mascarillas. No te confíes porque la tercera ola está de bajada en el Perú, en otros países ya han llegado nuevas olas y es una maravilla que en nuestro país,  ya esté autorizada y disponible  la vacunación para niños entre 5 y 11 años.

La vacuna existente del laboratorio Pfizer viene en la dosis apropiada y tiene los mismos ingredientes activos que la vacuna de adultos, pero está especialmente adecuada para los niños en este rango de edad. Para que surta el efecto protector deseado es muy importante que después de 3 semanas complete la vacunación con una segunda dosis.

No te dejes llevar por consejos de personas interesadas en difundir noticias que no están respaldadas por la investigación seria. Recuerda que el mismo día en que tu niño sea vacunado contra la COVID puedes también aprovechar para que  reciba la vacuna contra influenza que le protegerá todo un año.

Aunque la COVID 19 suele ser una enfermedad asintomática  en los niños, puede ocasionar en algunos,  fiebre elevada y malestar general u otros síntomas como rinorrea abundante y molestosa tos.  Sin embargo existe un pequeño porcentaje que puede sufrir enfermedad severa, pulmonar (sobre todo con la variante delta) que requiera hospitalizarlo. Y me dirás ¿Por qué si a unos pocos les da enfermedad severa  que requiera entrar a una unidad de cuidados intensivos e incluso la muerte, tendría que vacunarlo? Pues la respuesta es sencilla cuando nos referimos a esta realidad estamos hablando de estadísticas en grandes poblaciones de niños. Y la estadística es eso, estadística. ¿qué tal si justo a tu hijo le toca estar entre esos poquísimos niños que se complican y el virus se comporta más agresivo  con él? Esa es la razón por la cual lo mejor es vacunarlo lo más pronto posible y darle un arma más para protegerse de una enfermedad en la cual es posible se puede prevenir los casos graves gracias a la  vacunación.

Como con toda vacuna puede haber efectos colaterales como  dolor, enrojecimiento o hinchazón en el sitio de la inyección, fiebre o cansancio; pero todos ellos son temporales y generalmente desaparecen dentro de las 48 horas de la aplicación de la vacuna.

Recuerda:

  • La vacuna previene o reduce la diseminación de la COVID-19
  • Vacunar a tu hijo ayuda a que no surjan otras variantes que pueden resultar más peligrosas
  • Tener a tu hijo con su vacunación completa (2 dosis) le ayuda a que vuelva a su vida normal, a regresar a las clases presenciales y a realizar otras actividades que lo harán disfrutar su vida.

Prepara a tu niño para la vacunación:

  • Dile que lo llevarás a vacunar y las ventajas que tendrá por hacerlo.
  • No se recomienda dar medicinas para el dolor o la fiebre antes de la vacunación, si lo necesita después, lo podrás hacer.
  • Cumple con mantenerlo sentado o acostado al menos 15 minutos después de vacunarlo, para que sea observado en el centro de vacunación

Los lineamientos para la vacunación del Ministerio de Salud son:

  • Sólo podrán vacunarse los menores que en las últimas 2 semanas, no hayan presentado síntomas compatibles con COVID-19 y no hayan tenido contacto con alguien que dio positivo al virus en las últimas 2 semanas.
  • Los niños que tuvieron COVID- 19 leve, que no necesitaron oxígeno u hospitalización se pueden vacunar 14 días después de que terminó su período de aislamiento.
  • Los casos severos con necesidad de hospitalización u oxígeno, se pueden vacunar 90 días después del alta.

SI TODAVÍA NO LO HAS HECHO, ¡PROTEGE A TU HIJO Y VACÚNALO YA!

 

Dra. Sarah María Vega Sánchez
Pediatra y Neonatóloga
CMP 09699 – RNE 4845