Tu hijo es primero y te necesita: Priorízalo

 

Si me estás leyendo de seguro ya eres padre o madre y estás viviendo la experiencia intensa de la paternidad. Si tu hijo o hija es menor de 5 años, está en la primera infancia que requiere de los mayores cuidados no sólo físicos, sino emocionales. Crecer sano, fuerte y con salud mental está muy ligado al vínculo que tú y tu pareja establezcan con él o ella. Por ejemplo el amor que le tienes debe ser expresado abiertamente no sólo con palabras sino con abrazos, besos y otras muestras de afecto.

Estamos comenzando el año y, si no lo has hecho, te invito a hacer un alto en tu camino de ser papá o mamá para autoevaluarte y tomar decisiones importantes, principalmente:

  1. Llevarlo a su pediatra para que lo evalúe y conozcas su estado nutricional, peso, talla y descarte de anemia o parásitos o lo que sea necesario de acuerdo con los resultados de su evaluación.
  2. Si tienes vacunas pendientes ponte al día lo antes posible y completa las que le corresponden de acuerdo con su edad. Ten presente que los avances de la ciencia te permiten proteger a tu hijo/a de muchas enfermedades peligrosas y que las vacunaciones no terminan a los 5 años.
  3. Evalúa no solo el peso y talla de tu hijo, recuerda que en los primeros años de vida es tu responsabilidad inculcarle hábitos saludables: comidas balanceadas, higiene corporal, higiene de los dientes que es básica para la prevención de caries y le va a encantar aprender porque hay que usar agua y a los niños les encanta jugar con agua, visita al odontólogo, actividad física diaria y/o la práctica de algún deporte, apreciar el agua como el líquido por excelencia para mantenerse bien hidratado. Evitar TODO tipo de bebidas azucaradas incluidos los jugos de fruta naturales y caseros (hazlo acostumbrar a comer la fruta y aparte el agua) y las golosinas que siempre le ofrecerán alguna pero tú no se las compres.
  4. Motívalo a la lectura y para ello léele diariamente algún cuento sencillo adecuado a su edad incluso antes de que cumpla un año. Celébrale si aprende a leer y ayúdale a hacerlo acompañándolo a leer algún cuento.
  5. Recuerda que según la Academia Americana de Pediatría, la televisión y los Smart-phones están prohibidos para los niños menores de 3 años y de 3 a 5 años sólo debiera ser máximo una hora al día. Los perjuicios de no seguir esta recomendación son muy serios para tu hijo: emociones adictivas, capacidad limitada de relación, más riesgo de ansiedad y depresión, sedentarismo y obesidad e interfiere negativamente con el desarrollo del cerebro.
  6. Dedícale un tiempo exclusivo para él, unos minutos al día si tienes que alejarte de casa, en los fines de semana conversa con él escúchalo, gánate su confianza y no olvides que el juego es una actividad indispensable en la niñez. Le encantará que tú juegues con él o ella. No le pongas apodos como “gordito”, “chinito “, negrito” o “princesa”, no es sano hacerlo. Ellos tienen su propio nombre y pueden sentirse mal o ser objeto de” bullyng” con sobrenombres.
  7. Es muy importante que los niños se sientan valorados y amados por el solo hecho de ser y no por lo que hacen. No presionarlos para consumir su tiempo en competencias o deportes que no les interesan. El ejercicio y práctica moderada de un deporte sí es saludable, pero dile no a las exageraciones. No te enojes si no te traen las mejores notas, tus exigencias pueden marcarlos emocional y negativamente para el resto de su vida. Para ellos hasta que llegan a la adolescencia tú y papá lo son todo, por consiguiente cuida lo que le dices y cómo lo tratas.

Finalmente, ten presente que la crianza respetuosa y la disciplina no solo son posibles, son también muy necesarias. La educación, los valores y principios son responsabilidad y compromiso exclusivo de los padres y más que las palabras funciona el ejemplo que les puedas dar.

 



Dra. Sarah María Vega Sánchez
Pediatra y Neonatóloga
CMP 09699 – RNE 4845

¿Cómo tener un dictador en casa?

 

Como pediatra siempre me encuentro con alguna familia que tiene un niño que pone a prueba los límites la autoridad y la paciencia de sus padres. Con pataletas, gritos, y a veces agresión, crean situaciones muy estresantes cuando quieren obtener algo que se le es negado, y muchas veces lo obtienen por cansancio de sus padres. Una vez establecido este mecanismo “de poder”, de obtener lo que quiere, ya no necesita hacer un berrinche o algo parecido, basta negarse a obedecer, reclamar o ponerse intransigente y listo, gana la batalla porque sus padres están cansados de luchar con él (ella). Así, nace el dictador de la casa.

Cuando veo estas situaciones no me molesta el niño sino la actitud permisiva de sus padres que han llegado al extremo de dejarse incluso pegar para no contrariarlo. Estas conductas son totalmente responsabilidad de los padres por no dejar bien en claro quién o quiénes son la autoridad y cuales las reglas que debe respetar. Y esto es indispensable para el óptimo desarrollo emocional y mental del niño.

En forma natural los niños, desde muy pequeños, al extender “su campo de acción” primero al gatear, luego al caminar y correr, desafían el derecho que tienen sus padres a ejercer autoridad sobre ellos. “Es normal que un niño intente influir en su entorno, así defiende sus espacios. Sólo que necesita reglas claras (y pocas), y debe saber cuáles son las consecuencias por no cumplirlas.

 

Dr. Aníbal Del Águila Escobedo
Médico Pediatra
CMP 22628 RNE 14218