¿Debo vacunar a mi niño contra el COVID-19?

 

Esta es una pregunta que se hacen actualmente muchos padres causándoles ansiedad y temor, por ese motivo es necesario recordar algunas cosas importantes respecto a esta pregunta.

El sistema inmunológico en el ser humano es algo maravilloso, se encarga de defender nuestro organismo de infecciones y se desarrolla desde que estamos en el útero de nuestras mamás. Para hacer más eficiente y rápido su trabajo de defensa debe conocer previamente al microorganismo y mantenerlo en su memoria inmunológica, para esto están las vacunas.

 

 

Una vacuna es cualquier preparación cuya función es generar inmunidad frente a una determinada enfermedad, estimulando al organismo para que produzca anticuerpos que luego actuarán protegiéndolo frente a futuras infecciones, ya que el sistema inmune podrá reconocer el agente infeccioso (memoria inmunitaria) y lo destruirá. La vacuna se prepara a partir de microorganismos (bacterias o virus), muertos o atenuados, o productos derivados de ellos. Lo que hacen realmente las vacunas es engañar al sistema inmunológico, haciéndole pensar que está siendo atacado por un agente infeccioso y obligándole a defenderse.

Las vacunas han sido sin duda alguna, la medida de prevención que más beneficios ha aportado y sigue aportando a la humanidad ya que enfermedades que antes eran epidémicas y que originaban una gran mortalidad en los niños ahora están erradicadas en todo el mundo, como la viruela; casi erradicadas, como el sarampión; o, controladas, como la hepatitis B, la difteria, el tétanos, la tos ferina y la meningitis meningocócica. Las vacunas benefician tanto a las personas vacunadas como a las personas no vacunadas y susceptibles que viven en su entorno.
En resumen la manera más efectiva de mantener a sus hijos sanos es a través de las vacunas, ya que su función es prevenir enfermedades que pueden llegar a ser peligrosas. Y lo más importante es que no solo lo proteges a ellos sino a todos.

En la epidemia del COVID-19 la vacunación está jugando un rol importantísimo en el control de esta mortal infección.

Aunque los niños tienen menos riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19 en comparación con los adultos, ellos pueden sufrir complicaciones sobre todo si tienen alguna enfermedad subyacente que lo exponga (enfermedades inmunitarias, obesidad, diabetes etc.). Por este motivo actualmente se está iniciando las vacunas en niños mayores de 5 años en varios países del mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud vacunarse contra el COVID-19 puede ayudar a proteger a los niños de 5 años de edad o más de contraer el COVID-19. Los principales beneficios de la vacuna contra el COVID-19 en niños son:

  • Vacunar a los niños puede ayudar a proteger a los miembros de la familia, incluidos los hermanos que no son elegibles para vacunarse y los miembros de la familia que podrían tener mayor riesgo de enfermarse gravemente si se infectan.
  • La vacunación también puede ayudar a evitar que los niños se enfermen gravemente, incluso si contraen COVID-19.
  • Vacunar a los niños de 5 años de edad o más puede ayudar a mantenerlos en la escuela y ayudarlos a participar de manera segura en actividades deportivas, juegos y otras actividades grupales, muy necesarias para su buen crecimiento y desarrollo.

 

 

La seguridad de las vacunas contra el COVID-19 para niños está siendo vigilada con el programa de monitoreo de seguridad más exhaustivo en la historia de los EE. UU, garantizando su seguridad luego de que estas son aprobadas para su aplicación en este grupo de niños.

Por lo anterior, a la pregunta si ¿debo vacunar a mi niño contara el COVID-19?, la respuesta es completamente afirmativa.

Dr. Carlos Velásquez
RNE No. 18186 – Médico Pediatra

La tecnología ha llegado para quedarse

 

La semana pasada mi nieta de 5 años pidió a sus padres que la trajeran a ella sola a mi casa porque quería estar con su abuela. Me sentí orgullosa y feliz de tal distinción y le preparé los tallarines que le gustan y pensé en comprarle un mandala para que pintemos. Pero la realidad fue otra porque desde que entró lo primero que hizo fue pedirme que le prenda la computadora y le pusiera unos juegos que le gustan. Evidentemente me puse a jugar con ella y a verla jugar. En su casa le restringen estas actividades.

Conversando con mi hermana, ella viajó recientemente a ver a sus nietos en el extranjero y lo primero que hicieron fue preguntarle en secreto si había traído su ipad porque saben que allí tiene juegos para ellos.

La tecnología ha llegado y para quedarse, ahora con la pandemia los niños han recibido clases a distancia gracias a la tecnología. La tecnología bien utilizada es de gran ayuda y el ideal es que los padres no la rechacen, sino que la incorporen a su vida. No permitir que el niño esté en desventaja con sus compañeros.

La forma de aprender, de establecer vínculos y de comunicarse de los niños y adultos ha cambiado. Ahora empleamos las redes sociales el Facebook, el WhatsApp, nos informamos con el Google y muchas otras herramientas. Estos cambios son cada vez más rápidos y a los adultos se nos hace difícil mantenernos al día y además sentimos temor a cómo va a afectar a nuestros niños. Es importante que los padres y abuelos procuremos mantenernos en lo posible actualizados.

El ideal es que se converse con los niños sobre las ventajas y problemas que puede tener el estar por tiempo prolongado frente a la pantalla. La academia Americana de Pediatría (AAP) ha sacado una guía para el uso de las pantallas en niños el 2016 para promover su uso saludable; siempre se recomienda la PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES ACOMPAÑANDO A LOS NIÑOS y hacer una planificación del tiempo de modo que el niño cumpla con todas sus actividades académicas del colegio, tenga tiempo de asearse, alimentarse y muy importante que tenga las horas de sueño recomendadas de 8 a 9 horas diarias.

En los niños menores de 5 años hay que dar prioridad a la creatividad y que se entretengan sin estar conectados a un aparato. A partir de los 18 meses existen ya contenidos mediáticos a disposición con algún contenido educativo que pueden ser útiles.

El plan tiene que ser adecuado a cada niño según su edad y el ideal es establecer ciertas normas como NO USAR el Smart phone ni ver televisión u otro aparato tecnológico  al momento de comer, mientras se está en la escuela, cuando se cruza la calle, usarlas hasta 1 hora antes de dormir.

En los ojos se ha visto un incremento de la miopía y el ojo seco.

La Academia Americana de Pediatría dice  que “Las coordinaciones  que hagamos con los niños los primeros 3 o 4 años” ayudarán a que sepan y entiendan normas básicas y que puedan disponer de herramientas que les serán de gran utilidad para su educación y desarrollo como personas.

La Dra. Neva Milicic, psicóloga chilena, resalta la importancia de la socialización en los niños y sugiere que los padres o cuidadores fomenten  la  creación de plataformas interactivas donde compartan fotos, videos, música en whatsApp u otras redes sociales, que conversen sobre temas de su interés. Es bueno favorecer el reencuentro con amigos y establecer comunicación con parientes o amigos que están lejos.

En ciertos casos como niños con diabetes u otras enfermedades crónicas es muy beneficioso que conversen entre ellos sobre sus problemas. En caso de que el niño tenga un problema en un curso pueden hacer grupo de estudio. La tecnología permite muchas cosas favorables si se usa bien y siempre en comunicación con los padres o cuidadores.

Es muy importante ADVERTIRLES SOBRE LOS RIESGOS que corren si se comunican con desconocidos porque pueden ser víctimas de acoso. Es importante que sepan QUE LO QUE ELLOS PONGAN NO SE BORRA y puede ser difundido y hacerles daño en su imagen o reputación. Deben tener incluso cuidado en el vocabulario que emplean.

Para EVITAR LA ADICCIÓN es importante que les den otras alternativas de entretenimiento como ir de paseo, al teatro, jugar con ellos, hacerlos participar de tareas en la casa.

Es muy importante NO SATANIZAR el uso de los aparatos tecnológicos porque va a producir un distanciamiento con los padres

 

Dra. Rosa Risco Denegri
CMP7612 – RNE   449

!Qué responsabilidad! !Soy papá, soy mamá!

 

“¡Ya soy padre!”, “¡Ya soy madre!” son expresiones que nos llenan de orgullo, son un reto, tenemos la juventud y energía para afrontarlo, pero….., un momento, para ejercer mi profesión estudié dura y largamente. Aquel esfuerzo fue recompensado con el título o grado académico, pero…ser padre o madre…no lo aprendí académicamente, no estudié cursos al respecto, o tal vez sí pero sin la presión de hacerlo como en la universidad o instituto, no hay notas de por medio. Lo ví en como mis padres me educaron, desde que recuerdo, pues los primeros años ni idea de cómo fue, lo vi con mis hermanos, sino soy el menor o hijo único, lo vi con mis primos y sobrinos. Cada padre o madre era diferente, lo hacían como sabían, si lo sabían, la mayoría de las veces, como podían y cada quien tenía la razón, aunque no me parecía que fuese así. No había debate, lo que hacían o me decían eran “verdades absolutas”. Si tenían un problema, no consultaban un texto o bibliografía en internet, a veces sí, muchas veces le preguntaban al abuelo o abuela, o hermanos mayores con niños.

La verdad que si ser padre o madre se trata de un curso, es bien chévere pues, no hay tareas, ni monografías, ni desvelos, ni libros obligatorios, ni cursos pre-requisitos, ni prácticas pre-profesionales…¿cómo las habría si ser padre o madre no es una profesión?.

Sí hay prácticas, solo que practicas con tu hijo, si es el primero, pues ahí te entrenas y mejoras con los siguientes…un momento, ¿eso está bien?…en función de nosotros tal vez sí, es como la universidad de la vida nos prepara, es lo que decían mis padres, pero ¿en función de ese primer niño? Uy tremenda responsabilidad!!….pero tranqui…tu niño no recordará si fallas, porque vas a fallar, eh!! Y muchas veces. Tu niño igual te amará y serás su héroe o heroína. Si supieran tan solo como llegaste ahí…!!!

De cómo te formaron o deformaron dependerá el destino de tu niño. Cuando ya eres mayor y antes de tener niños cabe preguntarte: “¿cómo me gustaría que me hubieran educado o formado?”. Como tú vas a procrear es pertinente responder a esa pregunta para formar de esa manera a tu hijo. No me refiero a lo material sino a los verdaderos valores que cada vez más se van perdiendo.

La única manera de formar hijos moralmente sanos es empezar por ser padres de visión positiva1

Por supuesto, tengo motivación para tener un hijo. Claro que seré positivo(a) y mantendré a mi hijo alejado de lo negativo.

Que bueno que tengas motivación, es un buen comienzo, debes transmitirla para que tu niño sepa hacer frente a lo negativo, pues aunque te esfuerces en tenerlo alejado de lo negativo, será imposible, tendrá contacto con lo negativo, la clave es hacerle frente con estrategia e inteligencia, no temer a lo negativo, sino afrontarlo, así será un(a) niño(a) fuerte.

Hay que definir qué es lo bueno o positivo y no me refiero a lo material. Al motivar a un niño solemos recurrir a términos superlativos, excesivos, exagerados, no realistas y tu niño cree lo que tú le dices. Por ejemplo: ¡¡buena campeón!! o ¡¡eres el mejor!! Un campeón o el mejor, debe ganarle a muchos en una competencia en la cual se premia el esfuerzo. Muchas veces por logros mínimos usamos estos términos. Tu niño lo cree y lo siente así, luego en la escuela o en la vida, comprueba que no es así. Motívalo con expresiones reales: ¡Muy bien!, ¡lo haces cada vez mejor!, ¡Te felicito!

Otras veces les llamamos: Príncipe o princesa, lo cual te hace rey o reina. Hasta cierto punto es verdad pues en la estructura del hogar la cabeza es el varón, la mujer, su ayuda idónea. Lo importante es usar términos realistas o si le dices, por ejemplo, príncipe o princesa, que sepa porqué lo haces, sino verá que el mundo está lleno de príncipes y princesas, entonces habrían muchos reyes y reinas, mas todos sabemos que por cada país o comarca hay un rey y una reina, además la monarquía es una forma de gobierno cada vez menos funcional.

La correcta forma de educar no depende de la abundancia de los bienes que posees sino de la abundancia o calidad de tu presencia con tu niño.

Al ser realista en lo que dices o haces, enseñas. Sus ojitos te ven como actúas, sus orejitas oyen lo que dices, ése es su ejemplo y lo reproducen a manera de prueba, de ver el resultado que obtienen. Si no cuidas lo que dices o haces, puedes ser avergonzado. Tu niño solo lo reproduce como prueba-error….para él será divertido en su inocencia.

Sé consciente de tus limitaciones y reconócelas, cuando crezcan, no podrás ocultarlo, se perderá la verticalidad de la relación, pero el respeto que te tenga es porque te mostraste humano, falible, pero positivo(a) para hacer frente a lo negativo que cada día es mayor, pero que habrá aprendido a tener herramientas para hacer frente, pues su padre(madre) se las dio.

Oír a mis hijos conforme fueron creciendo y más aún de adultos me hizo una mejor persona. Disfruta oírlo y pide su opinión sobre algún problema, cuando él pueda dártela. Será un buen ejercicio para todos. El resultado será positivo, favorable, pues tal vez, tu hijo tenga aquella práctica que tú no tuviste para hacer frente a la vida, con lo negativo incluido.

 

Fuente: Google2

 

José Marcos Moisés Moreno Calixto
Neurólogo Pediatra

 

Referencias:

  1. Ziglar, Zig. Criar niños positivos en un mundo negativo, pág.12, 1985
  2. https://twitter.com/MontecristoCon/status/817349261218246656/photo/1

 

Uso antibióticos para mi hijo: ¿Sí o No?

 

¿Eres de los padres que cuando tu hijo tiene fiebre pide al pediatra que le recete un antibiótico “para que se cure más rápido”? o por el contrario perteneces al grupo que cuando el pediatra le receta un antibiótico, decide no dárselo o sólo darle un par de días y suspenderlo o incluso decide cambiar de pediatra?

La verdad es que la mayoría de las enfermedades siguen un curso natural que las autolimita. La tendencia que marcan las investigaciones científicas recientes es a no recetar antibióticos, salvo en los casos en que estén claramente indicados, en los cuales los niños deben recibirlos a la dosis, intervalos y durante el tiempo que lo prescriba su pediatra.

Cuando hablamos de las enfermedades más comunes tenemos a los resfríos, con fiebre o sin fiebre, con secreción nasal clara, amarillenta o verdosa o con tos productiva, que van a tener una duración de 5 a 10 días y a veces algunos más, pero que no está indicado dar antibióticos porque, en general, van a curar con o sin ellos. Igual sucede con las enfermedades diarreicas incluso las bacterianas. Es lamentable y peligroso que muchos padres decidan adquirir estos productos aconsejados por amigos, familiares o el personal de las farmacias.

Lo único cierto es que el uso indiscriminado de antibióticos altera la flora bacteriana intestinal del niño y aumenta la resistencia de las bacterias que producen enfermedades serias al ser humano y que sí necesitan el uso de antibióticos para combatirlas. Recuerda también que, como todo medicamento, los antibióticos pueden presentar efectos colaterales indeseables como reacciones alérgicas y diarreas, por ejemplo. Esta es otra importante razón por la que no deben usarse injustificadamente.

En el caso de la aparición de fiebre en niños, los padres siempre deberían tener disponible un medicamento para combatirla como el paracetamol o el ibuprofeno por ejemplo, observar si cuando al niño le baja la fiebre recupera su ánimo y actividad y hasta “parece sano”, pues ello sugiere enfermedad viral que NO va a requerir uso de antibiótico sino que los padres lo acompañen y entiendan que a veces dura 3 días o incluso más y luego  aparece un brote o salpullido o desaparece  sin la aparición de ningún otro síntoma. Siempre es importante que los padres estén observando cuidadosamente la aparición de otros síntomas o señal de alarma y consulten con su pediatra en caso tengan cualquier duda.

En conclusión:

  • Los antibióticos no se recomiendan en la mayoría de enfermedades que presentan los niños, sean febriles o no, porque son virales. Lo que necesitan los niños es que sus padres los acompañen con mucha paciencia, ternura y siempre vigilantes a que se cumplan los días que dura el ciclo natural de la enfermedad que ha afectado a su hijo.
  • El uso de antibióticos en forma injustificada es un problema de salud pública, es dañino para el niño y para la humanidad.
  • Elige bien tu pediatra para que tengas confianza en sus recomendaciones y en caso te indique un antibiótico, cumple estrictamente con los horarios, dosis y duración del tratamiento.

Dra. Sarah María Vega Sánchez
Pediatra y Neonatóloga

Los momentos del crecimiento del niño

 

El crecimiento del niño del niño no es uniforme sino que tiene

  • MOMENTOS RÁPIDOS O ACELERADOS Y
  • MOMENTOS DE CRECIMIENTO LENTO O ESTACIONARIO

Los momentos de crecimiento rápido son 2:

a) desde el recién nacido hasta los 4 años

b) la pubertad

El niño promedio al nacer mide 50 cm y llega con 75 al año (ganó 25 cm); con 84 cm a los 2 años; con 93 cm a los 3 años y con 1metro a los 4 años. En estos 4 años gana otros 25 cm.

El PESO no va al mismo ritmo que la talla sino que tiende a afinarse, a ser más esbelto.

Duplica el peso del nacimiento a los 6 meses y lo triplica al año.

 A partir de los 12 meses gana 2kg por año hasta los 4 años.

A partir de los 6 meses el niño crece más y engorda menos

La fórmula práctica para conocer el peso de 2 a 5 años: 2 X  edad + 8

Se alarga, se afina y tiene mucho menos apetito que el niño el primer año.
ESTOS SON VALORES DEL NIÑO PROMEDIO. LOS NIÑOS MAS ALTOS TIENEN UN PESO MAS ALTO CORRESPONDIENTE A SU TALLA. LOS NIÑOS MAS BAJOS PESAN MENOS.
A partir de los 5 años gana aproximadamente 3 kg al año y 5 cm/año hasta los 8 a 13 años en las mujeres y entre los 9 y 15 años en los varones.
La fórmula práctica de los 5 a los 9 años:
Peso: edad X 3 + 3
En talla: edad X 5 +80
Niño de 11años, delgado. Pesa : 40 kg; mide 1.40

Es un niño pre puber. En esta etapa acumula algo más de grasa, se le ve “gordito” y a veces los padres se preocupan. Puede presentar telarquia o sea crecimiento mamario y sentir dolor en los pechos. Después viene el desarrollo puberal en que da un “estirón” crecen los miembros y se pone largo y delgado. El tronco crece después de los 20 años.

En la niña la pubertad se inicia con el “botón mamario”, Acumula más grasa y toma las formas de una señorita.

HAGAMOS EL CONTROL PERIÓDICO DEL NIÑO SANO. La OMS controló a miles de niños y nos presenta los valores en Tablas de: talla /edad; peso/edad; peso/talla para niños y niñas.

Es importante controlar el peso y la talla de nuestros niños para detectar pronto si esta subiendo de peso más de lo esperado o al contrario si no está ganando el peso que debería-

Quiero hacer también hincapié en que no todos los niños son iguales: hay un 50% en el peso promedio pero hay otros niños más altos y por supuesto deben pesar más que los promedio y asimismo hay niños sanos más bajos que el promedio y pesan menos.

 CADA NIÑO TIENE SU PROPIO CANAL DE CRECIMIENTO

 

Dra. Rosa Risco Denegri
CMP7612 – RNE   449