Los medicamentos y la Lactancia

Es importante saber que, en la mayoría de los casos, cuando las madres toman medicamentos pueden, y deben, continuar con la lactancia. Lamentablemente, con mucha frecuencia, es una razón por la que se suspende la lactancia y, para colmo, por recomendación de un médico u otro profesional de la salud.

Si bien la mayoría de los medicamentos pasan a la leche, lo hacen en muy pequeñas cantidades, que no son dañinas para los bebés.

Son muy pocos los medicamentos que pueden causar algún problema al bebé o disminuir la producción de leche, además se usan infrecuentemente y muchas veces se pueden reemplazar por otros no dañinos o, en ocasiones, puede postergarse su uso hasta después de completar el periodo de lactancia.

Suspender la lactancia conlleva más riesgo que continuarla cuando la leche materna contiene una pequeña cantidad de algún medicamento.

Por ello, cuando se tienen dudas acerca del efecto de un determinado medicamento sobre el bebé, se debe consultar una fuente de información confiable. Una fuente de información muy completa y accesible es la página web e-lactancia.org, donde no sólo informan sobre fármacos sino sobre productos alternativos, hierbas, procedimientos, contaminantes, enfermedades maternas y del lactante, en base a la investigación científica y a las evidencias actuales. El prospecto que viene en el envase del medicamento es la fuente menos recomendable, ya que casi siempre dice que el fármaco no se debe usar durante la lactancia o que su uso acarrea algún peligro o, en el mejor de los casos, sugiere que consulte a su médico y, como dijimos al inicio, a veces es el médico quien suspende la lactancia porque no tiene la información precisa o porque cree que la lactancia y la alimentación con fórmula son equiparables.

Al suspender la lactancia y alimentar a los bebés con fórmula, se les deja de proporcionar los elementos necesarios para su óptimo crecimiento y desarrollo, tanto físico como emocional,  y los pone en riesgo de enfermedades como otitis, diarrea, neumonía, alergias, etc… y aún, años después del periodo de lactancia, los niños que fueron alimentados con fórmula cuando eran bebés, tienen más riesgo de esas mismas enfermedades y de otras condiciones, como obesidad, diabetes, leucemia, menor cociente de inteligencia, etc … y las madres también sufren más de diabetes tipo 2, presión arterial alta, cáncer de mama y cáncer de ovario. Todo eso ocurre porque la lactancia materna no es “una forma más”, ni ”la forma ideal”, de alimentar a los bebés, sino que es el mecanismo que la evolución ha creado y perfeccionado para que el ser humano inicie su desarrollo en forma óptima y para mantener a la madre más saludable, sin contaminar el ambiente.

Además, un destete brusco puede tener consecuencias emocionales, tanto en la madre como en el bebé, como inseguridad, tristeza, miedo, sensación de desapego, y causar congestión mamaria dolorosa.

En conclusión, cuando se enferma una madre que está amamantando, se debe evaluar si es necesario que tome un medicamento y, si es así, se debe elegir un fármaco compatible con la lactancia, lo cual no es difícil, porque la mayoría de los fármacos lo son; considerando que el amamantamiento es sumamente importante para madre y bebé, y que el destete precoz y la alimentación con fórmula conllevan grandes riesgos para ambos.

 

Milagro Raffo Neyra
Pediatra y Neonatóloga
RNE N° 3755

Normas para “Mal Educar” a su hijo

  1. Dele a su hijo, desde muy pequeño, todo lo que le pida y déjelo hacer todo lo que desea. Nunca le diga “NO”. No lo frustre innecesariamente ni limite sus posibilidades de exploración. Le puede crear algún trauma emocional. Así crecerá convencido de que el mundo le pertenece y nadie se lo puede negar.
  2. Cuando tenga dificultad en obtener un logro, ayúdele y hágalo por él, para que el pobre no sufra y porque para esto usted es su padre.
  3. No se esfuerce en ser un ejemplo para su hijo, total, nadie es perfecto.
  4. No cometa el error de pedirle disculpas si usted se equivoca, es una señal de debilidad y menoscabo de su autoridad.
  5. No se moleste en enseñarle sobre valores como solidaridad, gratitud, amor, respeto, fe, lo que es justo o no. Para eso usted lo ha puesto en un colegio. Que lo hagan sus profesores. Para eso les paga, y con lo caro que están los colegios ahora.
  6. No le reprenda nunca ni le diga que está mal si comete alguna falta de respeto, o algo que lo pone en peligro a él o alguien más. Podría lastimar su autoestima o crearle complejos de culpa.
  7. Recoja todo lo que deje tirado: ropa, zapatos, libros, juguetes, mochilas, cuadernos, ….ahórrele todo esfuerzo, no sea “demasiado” exigente, no sea que el pobre se canse o se angustie. Así crecerá sin responsabilidades, creerá que todos están a su servicio y se acostumbrará a que los demás hagan sus cosas por él.
  8. No le muestre cariño físicamente, no lo vaya a hacer débil o amanerado.
  9. Permita que su niño desarrolle una mente abierta y al tanto de las tendencias o avances así que déjelo ver televisión o navegar por internet todo el tiempo que quiera. Es una exigencia de la modernidad de estos tiempos. La lectura ya pasó de moda, eso era para nuestros tiempos.
  10. Y sobre todo, nunca dialogue con su hijo. Evite preguntarle ¿Cómo está? porque puede acostumbrarse a expresar sus emociones y lo que siente y esto lo puede hacer débil ante la sociedad. Deje que él resuelva solo sus problemas para que se haga “más fuerte” y no piense que las soluciones se buscan con el diálogo, porque evidentemente las cosas hay que conseguirlas por la fuerza.

“Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”
(Proverbios 22:6)

Dr. Aníbal Del Águila Escobedo
Médico Pediatra
CMP 22628   RNE 14218
Miembro Titular de la SPP

Accidentes más frecuentes en niños

“Más vale prevenir que lamentar”

A pesar de los avances médicos y tecnológicos, los accidentes siguen siendo una de las principales causas de mortalidad y discapacidad infantil en el Perú. Según el Ministerio de Salud, en el año 2019 se registraron más de 1900 muertes y 55,000 atenciones en emergencias en niños menores de 18 años en el país.

Muertes por lesiones (tasa por 100000 habitantes)

Muestro una diapositiva que nos indica cómo en Suecia el gobierno tomó medidas para prevenir los accidentes, y con ellas se logró disminuirlos en 28 años de casi un 50% a menos del 5%.

Las causas más frecuentes de accidentes en niños son:

A. LESIONES POR VEHÍCULO AUTOMOTOR A TODAS LAS EDADES DESDE EL RECIÉN NACIDO. Se ha comprobado que la madre (por muy buena intención que tenga) no es capaz de sostener al niño si lo tiene cargado. EL RECIÉN NACIDO DEBE SALIR DE LA MATERNIDAD EN UN ASIENTO DE SEGURIDAD PARA AUTOS, COMO SUCEDEN EN PAÍSES DESARROLLADOS.

El asiento debe tener una inclinación de 45° y debe estar dirigido hacia atrás hasta que el niño pese 10 kg. Luego puede mirar hacia adelante. El cinturón de seguridad debe ser de 4 puntos y estar correctamente colocado. A PARTIR DE LOS 9 AÑOS, EL NIÑO YA PUEDE USAR LOS CINTURONES DE SEGURIDAD DEL CARRO.

B. ASFIXIA POR INMERSIÓN es la segunda causa de accidentes

Es importante recalcar que basta una pequeña colección de agua, como un balde, el agua del inodoro o la lavadora, para producir ahogamiento. El bebé menor de 3 o 4 años no es capaz de sacar la cabeza de estos recipientes y se puede ahogar. Las piscinas son los lugares en los que más se producen los ahogamientos, por lo que el niño nunca debe ir solo a la piscina y estas deben estar protegidas por barrotes en todo su contorno. En el caso de los adolescentes, la inmersión puede ocurrir en agua natural, como el mar o pozos. Es importante advertirles que no consuman alcohol o drogas si van a entrar en el mar o en piscinas, ya que esto aumenta el peligro de ahogamiento. Lo ideal es que tanto los niños como sus padres aprendan a nadar.

El niño hasta los 3 años no es capaz de sacar la cabeza del agua, incluso de pequeñas colecciones de agua, como un balde, el inodoro o la lavadora, y se puede ahogar. Las piscinas deben estar cercadas en todo su contorno.

C. La tercera causa es por QUEMADURAS. El 85% de las quemaduras ocurren en el hogar, y la mayoría son causadas por ESCALDADURAS con agua caliente. Es importante no cargar al niño si se está tomando algún líquido caliente y no tener recipientes con agua caliente a la altura del niño.

También es importante verificar que la temperatura del agua del baño sea adecuada, y que el niño esté cómodo y feliz en el agua. El agua del baño debe estar apenas tibia. Es útil saber que a una temperatura de 70°, basta 1 segundo para que la quemadura sea grave; a una temperatura de 65°, en 5 segundos la quemadura es grave; mientras que a una temperatura de 60°, hay 10 minutos para poder sacar al niño y la quemadura no será grave. Después de la quemadura por agua, la siguiente causa más común de quemaduras es la producida por INCENDIOS.

Es importante saber que los DETECTORES DE HUMO pueden prevenir el 85-95% de las muertes en caso de incendio. Son dispositivos muy económicos y todos deberíamos tenerlos en nuestros hogares, como sucede en los países desarrollados.

La cocina no es un lugar de juego para los niños, ya que el mayor número de quemaduras ocurre en la cocina. Es importante asegurarse de que la cocina esté bien asegurada, que las puertas tengan seguro, y utilizar las hornillas posteriores, evitando las de adelante. Las quemaduras eléctricas son un riesgo, ya que los niños suelen llevar todo a la boca y chupar los cables. Por eso, es importante tapar los tomacorrientes que no estén en uso y verificar que los cables estén intactos.

D. La SOFOCACIÓN O ATORO es la cuarta causa de accidentes. Los niños hasta los 3 años tienden a llevarse todo a la boca, y es importante no permitirles tener acceso a objetos pequeños que puedan introducirse en la vía aérea y atorarlos. Las sustancias que pueden causar asfixia pueden ser orgánicas, como maní, granos, pepas o trozos de carne, o inorgánicas, como monedas, aretes, pilas de reloj u otros objetos. Es importante hacer hincapié en las pilas, ya que si quedan fijas en un lugar, liberan sustancias cáusticas que corroen y pueden generar perforaciones graves. Las pilas deben eliminarse y no dejarse al alcance de los niños. Los globos de jebe también pueden ser peligrosos, ya que si revientan, pueden tapar la vía aérea y adherirse, lo que lleva a la asfixia. Lo ideal es mantener los globos siempre protegidos.

 

E. Hay 2 picos de edades: de 1 a 3 años y los adolescentes. El 80% de los casos ocurren en niños de 1 a 3 años.

Los tóxicos, como las medicinas, no deben estar al alcance de los niños. Existen tapas con seguro para evitar que los niños las abran. También es importante no guardar sustancias de limpieza en recipientes de uso habitual, como botellas de gaseosas, y no dejar estas sustancias al alcance de los niños. Además, es recomendable no guardar los insecticidas junto a los alimentos para evitar intoxicaciones masivas.

Las sustancias altamente letales, como los cáusticos (lejía, ácido muriático y otras), deben ser consumidas completamente y su residuo eliminado. Nunca se deben guardar.

En los adolescentes, las intoxicaciones pueden ser intentos de suicidio y, habitualmente, ingieren más de una sustancia. Hay que considerar estos casos cuando hay alteraciones de conciencia, convulsiones y otros cuadros inespecíficos. En caso de emergencia, se puede llamar a los centros de control de intoxicaciones.

F. SEGURIDAD PEATONAL Y DEPORTIVA:

Es importante recordar que los niños no deben cruzar solos la calle hasta los 10 años. Asimismo, deben usar cascos protectores para andar en bicicleta, patines, y rodilleras, y en cada deporte será necesaria una protección específica.

Uno de los grandes problemas actuales es el uso de teléfonos móviles mientras se camina por la calle o se conduce. Esta práctica puede ser peligrosa, ya que distrae la atención de las personas y aumenta el riesgo de accidentes. Es importante tomar conciencia de este problema y fomentar el uso responsable de la tecnología en espacios públicos para garantizar la seguridad de todos.

 

 

Dra. Rosa Risco
Miembro emérito de la SPP
CMP 7612 – RNE 449