Mitos y creencias sobre la lactancia materna

Comenzaremos por definir qué son los mitos y las creencias. Un mito es atribuirle a algo, características que no tiene, y creencia es el completo crédito que se da a un hecho como cierto.

Existen mitos y creencias en las diferentes culturas, sobre diversos temas, y la lactancia materna no es una excepción. Pueden causar desánimo o temor e incluso ocasionar la suspensión de la lactancia, perjudicando la salud de la madre y del bebé.

La investigación científica ha permitido demostrar que muchos no son ciertos. Vamos a mencionar algunos:

“El bebé no debe recibir la leche de los primeros días (calostro), porque le hace daño”

Falso.  El calostro es importante para el bebé ya que es rico en compuestos que actúan contra las infecciones e impulsan el desarrollo. Además, es laxante, estimula la eliminación de las primeras deposiciones (meconio) disminuyendo el riesgo de ictericia (color amarillo de la piel).

“Los primeros días, la leche – llamada calostro – es insuficiente para el recién nacido”

Falso.  Las cantidades relativamente pequeñas de calostro ayudan al recién nacido a adaptarse a la alimentación por boca. Con pequeños volúmenes, puede coordinar mejor la succión del pecho con la deglución y la respiración, y no atorarse. Además, esas cantidades están en concordancia con el pequeño tamaño del estómago del bebé.

“El bebé necesita agua extra para calmar la sed”

Falso. La leche materna tiene toda el agua que necesita el bebé.  Al dar otros líquidos, hay riesgo de que se contaminen y produzcan diarrea o que el bebé ya no quiera lactar y disminuya la producción de leche por la falta de estímulo.

“Todos los lactantes necesitan tomar agua de anís o medicamentos para los gases”

Falso.  Los gases se producen normalmente en la digestión y se eliminan en forma espontánea.  En caso se produzca un exceso de gases o cólicos se debe consultar al pediatra.

“Jugos y otras bebidas o alimentos ayudan a ‘formar el estómago’ del bebé los primeros meses”

Falso.  La leche materna es todo lo que el bebé necesita los primeros 6 meses.  La introducción de otros alimentos puede causar problemas al bebé y disminuir la producción de leche en la madre.

“Si el bebé tiene diarrea, hay que suspender la lactancia.”

Falso.  La leche materna ayuda al bebé a recuperarse de la diarrea, lo hidrata y lo nutre.

“Si la madre lava ropa o toma helados, la leche sale fría y produce cólicos y deposiciones verdes”

Falso.  La leche sale siempre a la temperatura del cuerpo, igual que la orina, por ejemplo.

“Si la madre tiene gases o estreñimiento, se los transmite al bebé en la leche”

Falso.  Los gases de la madre no se pueden transmitir a la leche porque no se absorben en el intestino.

“Es necesario tomar bastante líquido para tener bastante leche”

Falso.  La sed determina la cantidad de líquido que requiere el organismo. Tomar más líquidos, no aumenta la producción de leche.

“Es necesario tomar leche para producir más y mejor leche materna”

Falso.  La leche no es indispensable en la dieta de una madre que da de lactar ni hace que se produzca más ni mejor leche.  Si a la madre le agrada, puede tomarla, aunque a muchos adultos les produce molestias digestivas y no deben consumirla.

“Ciertos líquidos, alimentos o yerbas aumentan la producción de leche”

Si bien puede haber sustancias que aumentan la producción de leche (galactogogas), la mayoría no se han estudiado.  Algunas pueden tener un efecto psicológico positivo en la mujer, pero hay riesgo de que el exceso de alguna pueda producir efectos no deseados. Otras veces no le agradan a la madre y las toma sacrificándose innecesariamente.  La mejor manera de aumentar la producción de leche es la succión frecuente del bebé.

“Después de 6 meses o un año, la leche materna no alimenta”

Falso. Aunque después de los 6 meses se debe complementar con otros alimentos, la leche siempre contiene nutrientes importantes para el crecimiento y desarrollo del niño y compuestos que lo ayudan a evitar las infecciones o a combatirlas.

“Las madres desnutridas no pueden dar el pecho”

Falso.  Ellas necesitan mejorar su nutrición por su propia salud y apoyo para amamantar frecuentemente, pero deben continuar amamantando al bebé.

“El estrés o la cólera impiden que la madre produzca leche.”

Falso.  A veces pueden interferir transitoriamente con la salida de la leche, pero no con la producción, que depende de la succión frecuente.  Se debe procurar un ambiente tranquilo para la madre.

“Las relaciones sexuales pueden dañar la leche materna”

Falso.  La pareja puede reanudar su vida sexual cuando la mujer se haya recuperado del parto y ambos lo deseen.  La leche no se afectará.

“Si la madre sale embarazada no debe continuar la lactancia”

Falso. La mujer puede continuar con la lactancia durante el embarazo y después del parto puede seguir amamantando a ambos bebés.

“Si la madre enferma o toma medicamentos, se debe suspender la lactancia”

Falso. Con la mayoría de las enfermedades y medicamentos se puede continuar la lactancia. Es más, en los problemas infecciosos el organismo materno produce defensas que pasan a través de la leche y evitan o atenúan la enfermedad en el bebé.

“Los medicamentos disminuyen la cantidad de leche que se produce”

Falso. La mayoría de los medicamentos no tienen ese efecto. Lo que disminuye la producción de leche es que el bebé lacte con poca frecuencia o deje de lactar.

“Ya no se puede volver a dar el pecho una vez que se ha interrumpido la lactancia.”

Falso.  Una madre que ha dejado de dar el pecho puede, en muchos casos, volver a hacerlo, con el apoyo necesario.

“La lactancia materna, hace que los pechos se caigan”

Falso.  Los pechos van cambiando poco a poco, con las sucesivas menstruaciones y embarazos y, con el tiempo, pierden elasticidad y se ponen más flácidos. 

Como hemos podido apreciar, la mayoría de las afirmaciones mencionadas no sólo son falsas, sino que pueden ser perjudiciales.

Las madres deben buscar la información sobre lactancia y crianza en fuentes confiables, para poder brindar a sus hijos lo mejor, como es su deseo, y disfrutar de esa hermosa etapa de la vida.

 

Dra. Milagro Raffo Neyra
Médico pediatra y Neonatólogo
Miembro Emérito de la SPP

La salud del niño por nacer: ¿repercutirá sobre su salud futura?

Es importante saber que las enfermedades metabólicas, como la diabetes mellitus, pueden desarrollarse en la edad adulta debido a una mala nutrición del feto durante el embarazo. ¿Qué podemos hacer para prevenir su aparición tanto en la infancia como en la edad adulta?

Si nuestro hijo tuvo una restricción del crecimiento durante el embarazo (RCIU) y nació con poco peso, su desnutrición puede haber sido causado por problemas maternos, ambientales o una mala nutrición. Esto puede aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas en el futuro.

Durante el embarazo, es importante cuidar la salud de la madre y controlar el crecimiento del bebé para detectar posibles problemas. De esta manera, podemos prevenir la carga de enfermedad futura si logramos que el feto no desarrolle RCIU y así evitar que sufra las enfermedades metabólicas que se manifestarán en la infancia y la adultez.

Algunas de estas enfermedades pueden ser la diabetes tipo II, la resistencia a la insulina, la dislipidemia, la hipertensión arterial, la obesidad central, la enfermedad cardíaca isquémica, los accidentes cerebrovasculares, entre otras.

Es importante tomar medidas preventivas. De esta manera, podremos asegurarnos de que el niño que nacerá será más saludable.

En conclusión, el periodo fetal o intrauterino es muy importante para la salud del futuro niño y adulto.

Julio Sánchez Tonohuye
Médico Pediatra-Neonatólogo
Miembro Titular de la
Sociedad Peruana de Pediatría

 

Día Universal del Niño por nacer

El 25 de marzo  se conmemora, cada vez en más países y con carácter de internacional, el “DIA del Niño por Nacer” con el propósito de promover y defender la vida humana desde el momento de la concepción.

Es el instante en que se unen un espermatozoide y un óvulo cuando comienza la vida de un nuevo ser que, desde ya, tiene derechos.  VIDA que estamos obligados a proteger sin importar las circunstancias en que esta se originó. Aquí no caben esas discusiones estériles  e interminables que pretenden decidir entre los que tienen derecho a vivir y los que no.

Por ello, iniciativas como las de crear un día específico para celebrar al niño por nacer; que en nuestro país se realiza a partir de la promulgación de la Ley 27654 en el año 2002, son muy valiosas si es que nos preciamos de ser una  sociedad  justa, civilizada y con valores humanísticos

Si bien es cierto que los profesionales de la salud que controlan y vigilan todo el proceso de la gestación  están directamente comprometidos en esta misión, muchos otros  no podemos estar ajenos a este tipo de actividades.

Celebrar al niño  por nacer tiene un significado muy amplio, empieza por el autocuidado que debe tener la gestante para que este proceso llegue a feliz término. Las embarazadas requieren de leyes y normas especiales que las protejan durante este periodo tan importante en la vida de una mujer. Toda gestación necesita del acompañamiento del padre,  la familia, la sociedad y por supuesto  del equipo de profesionales de la salud que velarán por su cuidado más allá, incluso, de la llegada de este nuevo ser: equipo que deberá ser técnicamente competente y que además brindará sus cuidados con amor, esmero y calidez..

Estoy muy complacido de hacer estas reflexiones  y como pediatra  invoco a las mujeres, en especial a las madres gestantes,  a estar alertas en todo lo que concierne a los cuidados de su salud, a procurar estar informadas de los cambios que se producirán en sus cuerpos durante las 40 semanas que durará este proceso y sobre todo ser conscientes de asumir la maternidad con entusiasmo y alegría. Esto último es de gran importancia porque hacerlo sin estar preparadas les traerá muchos sinsabores.

Actualmente, la mayoría de instituciones encargadas de la atención del embarazo y el parto cuentan con  estrategias para proteger al niño por nacer como son  los controles pre natales, las charlas de psico-profilaxis que incluyen información acerca del recién nacido y lactancia, el acompañamiento del padre durante el parto, el contacto físico precoz y el alojamiento conjunto que son necesarias para lograr un recién nacido sano.

Finalmente, solo me queda invitar a todos a celebrar la vida!!  Considero que  la mejor forma de hacerlo es defendiendo al niño por nacer.

Dr. Roberto Rivero Quiroz
Pediatra Neonatologo
Past presidente de la SPP

Promoción del consumo de alimentos de origen animal para combatir la Anemia

Cuando Dios creó la especie humana, para asegurar su supervivencia, hizo 2 cosas importantes:

  1. Que la madre produzca la leche materna de una composición ideal para el recién nacido y el lactante, que lo nutra y proteja de infecciones.
  2. Hizo al ser humano cazador, pescador (carnívoro) y recolector. Lo hizo omnívoro.

A los herbívoros (reses, auquénidos y otros) les adaptó el tubo digestivo por lo que tienen más de 1 estómago, además de enzimas como la celulasa que les permiten absorber los vegetales. Nosotros somos omnívoros; pero a diferencia de los herbívoros digerimos los vegetales con mayor dificultad y por eso  nos producen flatulencias, a veces nos aflojan el estómago, provocan  dolor abdominal y otras molestias digestivas.

Quiero resaltar algunos puntos que me parecen importantes:

Hay 2 tipos de hierro:

  1. El hierro Hem o hemínico proviene de los alimentos de origen animal. Su absorción es muy buena. Las carnes además de hierro contienen zinc, vitamina B12, Vitamina B6, Vitamina A
  2. El hierro no Hem proviene de los vegetales. Su absorción es pobre y para facilitarla, la vitamina C y la ingesta simultánea de carnes son necesarias.

Hay 2 tipos de proteínas:

  1. Las proteínas de alta calidad son aquellas que tienen todos los aminoácidos esenciales (que no somos capaces de producir) y se encuentran en alimentos de origen animal.
  2. Las proteínas de baja calidad, de origen vegetal, son siempre incompletas. Para absorberlas mejor, debemos comerlas junto a proteínas de origen animal (ej. Mejor es comer un frijol con seco o pescado que comerlo solo) o combinarlas entre ellas para mejorar la calidad de sus aminoácidos que siempre son incompletos (cómo frijol con arroz).

Una dieta balanceada tiene aproximadamente:

  1. 50% de hidratos de carbono: frutas, cereales, legumbres, tubérculos, verduras carnosas como betarraga, cebolla.
  2. 15% de proteínas de alta calidad (proveniente de alimentos de origen animal) Las proteínas de origen vegetal deben estar en mucha mayor proporción por la dificultad que tenemos para absorberlas.
  3. 30% de grasas, indispensables para una adecuada formación del Sistema Nervioso que es mayormente grasa. Nos permite absorber vitaminas liposolubles como la A, D E, K.

La grasa es fuente de energía. Los alimentos con grasa son más suaves y fáciles de comer y dan sensación de saciedad.

Los alimentos de origen vegetal  como las frutas, menestras o legumbres,  los cereales y los tubérculos nos proporcionan hidratos de carbono y no contienen grasa.

Hay 2 tipos de verduras:

  1. las verduras de hojas como las lechugas, espinacas, acelgas donde predomina la celulosa  dan mayormente fibra que no somos capaces de absorber.
  2. Las verduras carnosas como la beterraga, la cebolla, el zapallo que dan algo de calorías.

La fibra no nos nutre, es accesoria y no se toma en cuenta para el cálculo de las calorías requeridas.

En los lactantes menores de un año no se han realizado estudios sobre la cantidad de fibra que deban consumir. Si la cantidad es exagerada existe el riesgo de llevarlo a la anemia y desnutrición.

Han surgido las tendencias “ambientalistas” desde 1990 que se financian con fondos públicos y privados y son generadoras de empleos para muchos que hacen sus “investigaciones” y difunden sus hallazgos. Algunos de estos grupos son los “verdes” que se dedican a hacer propaganda sobre la importancia de comer frutas, verduras y alimentos de origen vegetal y a  desprestigiar a todos los alimentos de origen animal y el consumo de grasas que es para lo que los seres humanos hemos sido preparados por la naturaleza. Esto es especialmente importante sobre todo en los lactantes y niños en formación hasta los 5 años.

El comer solo estos alimentos de “baja calidad” hace que se produzca malnutrición tanto por defecto (desnutrición) como por exceso (sobrepeso y obesidad); dado que no dan saciedad y la tendencia es a comer en demasía y con más frecuencia. Así mismo hace que nos falten micronutrientes como el fierro, el zinc que se encuentran solo en las carnes y las vitaminas liposolubles como la vitamina A.

La NORMA TECNICA: MANEJO TERAPEÚTICO Y PREVENTIVO DE LA ANEMIA EN NIÑOS, ADOLESCENTES, MUJERES GESTANTES Y PUERPERAS del 2017 está muy bien elaborada y fundamentada. En todas sus Tablas recomienda el consumo de alimentos de origen animal en  diferentes tipos de poblaciones (sangrecita, hígado, bazo. Pulmón, carne de carnero, de res y otras)

Las medidas de prevención y tratamiento, que se señalan, solo se refieren al uso de Hierro no Hem en forma de gotas, jarabes, comprimidos y los multi micronutrientes (MMN).

Es probable que a esto se deba el fracaso de todas las intervenciones para prevenir y tratar la anemia.

Es indispensable, en donde es posible, promocionar la crianza de animales y el consumo de su carne, vísceras y sangre.

Los animales que se recomiendan criar son: cerdos, reses, ovejas, conejos, cabras, cuyes, gallinas y patos.

 

No se hace hincapié en la promoción de criar animales y el consumo de sus carnes.

Hay que promover el consumo del pescado desde que el niño inicia la alimentación complementaria. La proteína del pescado es de alta calidad, proporciona Hierro Hem, es suave y el niño la puede recibir fácilmente. La alergia al pescado es muy rara.

Sangrecita, hígado son suaves y constituyen una buena fuente de hierro

El brócoli, la espinaca, las menestras, los cereales podrán tener mucho hierro, pero no podemos absorberlo adecuadamente y por el contrario bloquean la absorción del hierro y llevándonos a la anemia. El problema no solo en el Perú sino a nivel global.

La OMS hace muchos años ha establecido arbitrariamente valores de Hb aparentemente muy altos como punto de corte para establecer el diagnóstico de anemia.

Los “verdes” confunden a la población, crean en ella grandes temores a ingerir carnes, en especial las rojas y a consumir la grasa que viene con ellas, que son indispensables para una adecuada nutrición hasta los 5años
En los lactantes no se ha establecido la cantidad de fibra que pueden comer.

BIBLIOGRAFÍA: Norma técnica: Manejo terapéutico y preventivo de la anemia en niños, adolescentes, mujeres gestantes y puérperas. MINSA 2017

 

Dra. Rosa Risco Denegri
CMP7612 – RNE   449